Claroscuros
2 de mayo - 2017

Concluimos el cuarto mes del nuevo gobierno estatal con claroscuros y entramos al quinto en medio de la incertidumbre. Marco Mena se ha convertido en el único en dar la cara ante la prensa y se entiende ante un equipo que nada más no da el ancho. La elección de delegados en la capital le salió bien a la alcaldesa Anabell Ávalos

Por Edgardo Cabrera

Muy lejos quedó la luna de miel y Marco Mena comienza a padecer los descalabros ante la falta de un equipo debidamente amalgamado y capaz.

La incertidumbre de los nombramientos o ratificaciones de la totalidad del gabinete, la falta de ajustes en las estructuras de mandos medios y directivos, la incapacidad y hasta las ambiciones políticas, son los principales problemas que enfrenta la nueva administración.

No vamos lejos, alguien sabe qué está haciendo el Fomtlax y su titular, el dinosaurio priísta Silvestre Velázquez; en el Sepuede el reluciente titular y comerciante, Luis Vargas, parece que nada más no puede; en la Sefoa, el ingeniero José Luis Ramírez parece estar más entretenido en la grilla partidista y en las relaciones públicas que en atender a los campesinos que claman por ayuda por la sequía que se presentan en algunas zonas.

En obras públicas, el ex diputado Francisco Javier Romero siente que no lo merece el suelo que pisa, es un ser intocable e incuestionable, no hay reportero que pueda acercarse para preguntarle qué está haciendo porque simplemente la Secoduvi muestra una preocupante pasividad.

En la Segob, aunque dicen que están atendiendo los conflictos, lo cierto es que Anabel Alvarado no ha sido capaz de diluir las protestas de los antorchistas y de su brazo estudiantil, pese a que están a escasos 100 metros de la oficina de la titular; y los líderes partidistas de oposición pasaron de un discurso tolerante y propositivo, a uno de descalificación y ataque.

En turismo y desarrollo económico, Roberto Núñez y Jorge Luis Vázquez, siguen cosechando la herencia de la administración anterior, en los hechos es pobre su gestión y labor, son algo así como los “ninis” del gabinete: ni conocen al sector, ni saben para qué están. Las inversiones han llegado por la intervención directa del gobernador, y en materia turística nada más no vemos ni escuchamos ninguna campaña de promoción y eso que ya sumamos un periodo vacacional y varios fines de semana largos.

En justicia y seguridad pública ni qué decir. Cada semana hay una queja de los titulares por la desbordada delincuencia y nulo esclarecimiento de los graves crímenes que han ocurrido, las víctimas siguen padeciendo la impunidad.

Y como parte de los claroscuros, la incertidumbre y la pasividad de algunas áreas es evidente, hasta en la página oficial del Gobierno estatal desaparecieron secretarías, instituciones y organismos, no están la totalidad ¿pues qué pasó, a dónde se fueron?

Por ejemplo, todas las dependencias del sector Salud y Educación fueron borradas, al igual que la Segob, Finanzas, PGJE, Ecología, Induvit, los fideicomisos, Casa de Artesanías, Arbitraje Médico, en fin, solamente se puede ubicar la información de 10 oficinas de más de media centena que existen.

En contraste Marco Mena se ha convertido en el único en dar la cara ante la prensa y responder a los cuestionamientos y críticas, es cierto, está sobreexpuesto pero se entiende ante un equipo que en cuatro meses nada más no da el ancho.

Veremos si el quinto mes de la corta administración estatal registra un cambio en comparación con el arranque o si se mantiene el avance lento y la parálisis de algunas áreas.

Saldo favorable

La elección de delegados en la capital del estado parece que le salió muy bien a la alcaldesa Anabell Ávalos.

La noche del domingo ya existían tendencias y nombres de los virtuales triunfadores de una elección que si bien mostró poca afluencia de votantes, también presentó pocas quejas.

El abstencionismo se explica fácil. A lo largo de los años los delegados en la capital del estado se han convertido en entes alejados de los colonos, casi nadie los conoce y su labor de gestión es pobre de ahí que la inmensa mayoría de los vecinos prefieran acudir a la presidencia municipal para que les resuelvan sus problemas que ir a su delegación.

Veremos si en está ocasión los nuevos representantes vecinales se contagian del dinamismo de la alcaldesa quien no se sentó a lamentar el castigo de los diputados federales por Tlaxcala quienes no le etiquetaron recursos federales y, por el contrario, se dedicó a buscar gestión con otros legisladores, además de hacer mucho con poco.