Después de algunos días de jaloneo y de severas críticas por su incongruencia, Miguel Ángel Barbosa renunció a la coordinación de los senadores del PRD, otros pejistas, como Lore, siguen en la postura de no perder sus canonjías. Ahora resulta que a los comisionados del IAIP no les gustó que el Consejo Consultivo les dijera sus verdades.

Por Edgardo Cabrera

Después de algunos días de jaloneo y de severas críticas por su incongruencia, Miguel Ángel Barbosa terminó por renunciar a la coordinación de los senadores del PRD para darle paso a Raúl Morón Orozco.

El poblano se resistía abandonar el cargo pese a que públicamente anunció su respaldo a Andrés Manuel López Obrador en sus aspiraciones presidenciales con el patrocinio de su partido político, Morena.

Sin embargo, la presión mediática tuvo su efecto, así debía ser, no podía defender los intereses de AMLO y Morena, pero por el otro lado seguir representando al PRD en el Senado, era una incongruencia.

Ahora sólo esperamos que otros senadores que respaldan al pejelagarto también repliquen a su ex coordinador, por ejemplo la tlaxcalteca Lorena Cuéllar quien se resiste a dejar la secretaría de la Mesa Directiva del Senado y el jugoso bono por ese cargo, posición que le corresponde al PRD.

De mal en peor

En el Instituto de Acceso a la Información Pública van de mal en peor, ahora resulta que a los comisionados no les gustó que el Consejo Consultivo los llamara opacos por no transparentar su presupuesto de egresos y su plan anual de trabajo, por lo que respondieron con otra “joya” de declaración al llamar “ignorantes” a sus críticos.

Vaya nivel en el que cayeron Marlene Alonso Meneses, David Cabrera Canales, y Francisco Morones Servin quienes lejos de privilegiar la máxima publicidad, decidieron descalificar a los consejeros a los que –en los hechos- tratan como estorbos.

Recordemos que desde un inicio empezaron mal, los integrantes del IAIP consideran el organismo como su coto de poder, más que una institución al servicio de los tlaxcaltecas, de ahí que le han metido piedras en el camino al Consejo Consultivo.

No los quieren rondando las instalaciones del instituto y tampoco les gusta responder a sus interrogantes, si así tratan a dicho ente reconocido legalmente qué podemos esperar los simples mortales que nos acercamos a exigirles cuentas en su calidad de funcionarios públicos.

Desgraciadamente el problema es el mismo de los últimos años, el ente se ha convertido en un mini reinado donde los 3 comisionados luchan entre ellos por controlar todo, empezando por el dinero, mientras hacia el exterior la opacidad sigue, los sujetos obligados se mantienen violando la ley, las evaluaciones son un mero chiste y el IAIP es el primero en incumplir con la transparencia y con políticas de austeridad.

Ahora llama la atención que se deba recurrir a una solicitud de información para poder conocer el desglose de su presupuesto de egresos así como su plan anual de trabajo, algo que se supone debería ser público en su totalidad, sin moches ni maquillaje.

Y ya que hablamos de transparencia, ojalá el IAIP y sus 3 mosqueteros (moscardones, mejor dicho) presenten su 3de3 en la plataforma oficial del IMCO, es necesario saber su declaración patrimonial, de intereses y fiscal, quizá nos llevaríamos algunas sorpresas.

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