Por Gerardo E. Orta Aguilar

El titular de la Secretaría de Gobierno en Tlaxcala, Ernesto Ordoñez Carrera, manifestó que la presente administración sentó las bases para prevenir, perseguir y erradicar el fenómeno de trata de personas, para que el próximo gobierno pueda mejorarlas en todo el estado.

Al considerar que Tlaxcala se ha estigmatizado de manera negativa por este delito, el funcionario estatal remarcó que a través del Consejo Estatal contra la Trata de Personas se han implementado las políticas públicas necesarias para abatir la incidencia.

Si bien aceptó que en la entidad persiste el delito, reviró que en sedes como Puebla, Quintana Roo, Jalisco y Baja California, la considerada “esclavitud moderna” ha cobrado mayores efectos.

Lo anterior, durante el curso taller Prevención contra la Trata de Personas y sus Diferentes Modalidades,  organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

En este marco, el ombudsman local, Francisco Mixcoatl Antonio, advirtió que en la actualidad el delito de trata se ha esparcido en todo el mundo debido a que las redes sociales se han convertido en una herramienta de fácil acceso para el delito.

Remarcó que tan sólo en México, el 99 por ciento de la juventud llega a tener hasta cuatro perfiles en distintas plataformas electrónicas, y de estos, el 80 por ciento desconoce que esta situación los llevaría a ser víctimas del flagelo.

Si bien aceptó que no se busca criminalizar a las redes sociales, sí reconoció que se les debe dar uso adecuado para evitar que a través de estos medios se enganche a las potenciales víctimas.

En su intervención, Juan Manuel Meixueiro Alarcón, visitador adjunto de la Quinta Visitaduría General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ofreció el diagnostico sobre la trata de personas en el país, y quien detalló que los grupos más vulnerables a sufrir algún tipo de explotación son los menores de edad por su condición de no poder decidir sobre su persona.

Apuntó que en el fenómeno de trata o explotación sexual el 99 por ciento de las mujeres que laboran en prostíbulos o centros nocturnos, los hacen en contra de su voluntad o por influencia de terceras personas.