Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

Llegó la semana “D”, la semana “D” Reflexión, ¿Por quién voy a votar?, tal vez ya tenga su voto definido, pero valdría la pena detenerse un poco a reflexionar cuáles son las razones que le han llevado a tomar su decisión, por ejemplo, pensar si usted es del llamado “voto duro” de los partidos, de aquellos que votan porque sienten pertenencia a determinado partido y sea cual sea su candidato o candidata usted vota por el partido. Este voto duro ha sido clave para los partidos y normalmente tratan de tenerlo siempre de su lado.

Tal vez ya haya tenido tiempo de ver ¿Qué candidato o candidata le llena el ojo? Por simpatía, por afinidad de pensamiento, por considerar que se trata de una mejora para el bien de nuestro Estado, Municipio o Comunidad. Si bien es cierto que hay elección de Diputados, no es menos cierto que quienes causan más expectación son los candidatos a dirigir el Estado, Municipio o Comunidad.

Espero que usted no sea del voto definido simplemente por la propaganda, por los spots, por todo lo que ha llenado nuestros sentidos durante estos días. Porque la propaganda, la imagen y todos los recursos de la mercadotecnia son solo eso “mercado”.

También espero que su voto no se haya definido por la “guerra sucia” que se ha dejado sentir, panfletos, memes, agresiones, descalificaciones, todo eso que daña la imagen de las personas, que daña a las familias, no debe ser la razón de una decisión tan importante, porque eso de que: dicen que fulano o fulana, dicen que hizo tal o cual cosa, dicen que se vendió, dicen que se dedica a tal negocio, dicen que, dicen que, dicen que, todo eso que es chisme, que es difamación, que es comentario de café, todo eso, no puede ser parte de una definición seria y responsable.

También espero que su definición no se haya dado porque le regalaron una despensa, porque le ofrecieron una cubeta de plástico, una jarra, una planta, o porque le invitaron un desayuno o una comida del día de las madres o del profesor.

Menos espero que su voto esté decidido por amenazas o presiones laborales, por condicionamientos para recibir algún programa oficial o por promesas de recibir apoyos.

Nada debiera condicionar un voto más que la conciencia, la convicción de que se está decidiendo después de un tiempo de reflexión, de que se está pensando en el bien común por encima del bien personal. Saber que un voto está definido después de una valoración sobre cada una de los candidatos y candidatas y de estar seguro que no ha sido una decisión tomada a la ligera, sino que se trata de una decisión convencida porque sabemos lo importante que es decidir bien.

Estos días son días importantes para los electores como lo son para los partidos, ojalá cada uno haga su trabajo bien y no generen conflictos sociales, pareciera que hay interés en que la elección se defina en los tribunales cuando los más democrático es que se defina en la urnas, que lo importante sean los votos y que se valore la participación ciudadana.

Es necesario que superemos las tentaciones al fraude, a la compra de votos y de manera especial, que superemos la tentación al “abstencionismo” y a la “resignación” porque no faltan voces que dicen que todo ya está decidido, que ya hay arreglo, que ya se sabe quién va a ganar, todos estos díceres que no hacen bien a nuestra sociedad. Es tiempo de demostrar que el destino está en la decisión libre, madura y responsable de cada uno de los electores. Demos una lección de democracia y vayamos a votar.