Por Ivonne Leyva

Las políticas públicas instauradas por parte de los Gobiernos federal y estatal, autoridades electorales administrativas y partidos políticos, con el propósito de dirigir la paridad y la equidad de la mujer principalmente en la materia electoral, no han sido suficientes ya que se permite la violencia política en contra de las mujeres.

Las autoridades y la sociedad tienen el reto de evitar la violencia política en contra de las mujeres que participen en la búsqueda de un cargo de elección popular o en la organización del proceso electoral 2016, aseguró Rosa María Mirón Lince, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y es que a decir de la académica durante el proceso electoral pasado se vivió un nivel de violencia que no se había visto con anterioridad.

En ese sentido, añadió, que la participación de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) debe ser determinante para contrarrestar la violencia política.

La académica de la UNAM afirmó que en el proceso electoral de 2012 se presentaron ante la Fepade, tres denuncias por violencia política en contra de las mujeres, mientras que en 2015 subió a más de 30. Por los datos proporcionados se deben prender los focos en la autoridad administrativa electoral para que se garantice la participación y el respeto de la mujer, como una contendiente electoral, tal y como lo establece la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala.

Un punto importante, que nos corresponde a todos nosotros como ciudadanos y muchos como padres de familia, es que debemos trabajar día con día, en un proceso de concientización en la población de niñas, niños y jóvenes, para inculcar la cultura de la igualdad entre mujeres y hombres.

Por ejemplo: la conformación de la Cámara de Diputados tiene un porcentaje inédito de 42% de mujeres, y esto es resultado de las disposiciones contenidas en la Constitución Federal y en la estatal.

Aunque también es importante decir, que el papel que ha tomado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el llamado TRIFE, por medio de la emisión de criterios a través de sus sentencias y que en muchos de los casos ha obligado a partidos políticos el respeto por la paridad de género, y la necesidad de darle cumplimiento al control de convencionalidad y la constitucional federal al Gobierno Mexicano.

Las mujeres somos parte integrante de la construcción de la democracia, y en datos electorales somos las mujeres quienes conformamos, en mayor número el padrón electoral, Si somos la mitad de la población, bueno por qué no somos la mitad de la Cámara de Diputados, de los gobierno locales y de los municipios.

La violencia política hacia las mujeres se observa no sólo en la violencia física, sino la que se realiza en lo oscurito con la diatriba, la calumnia, la descalificación y la discriminación, muchas veces desde su misma trinchera.

Agradezco la lectura a este artículo y no olvido mencionar que espero sus comentarios al correo electrónico Ivonne_ley@live.com.mx.