7 de febrero - 2025

Tres empresas certificadas, impacto ambiental incierto.
Por Stephany Rodríguez
Esta tarde , la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de Tlaxcala entregó certificados de “Industria Limpia” a tres empresas: Metalúrgica Artesanal Metalar, Coca-Cola FEMSA planta Apizaco y Sonavox Electronic. Según las autoridades, estas compañías cumplen con altos estándares ambientales, pero la falta de transparencia en los criterios de evaluación y los problemas ambientales en la región generan dudas sobre la efectividad de estos reconocimientos.
El secretario Javier Marroquín Calderón afirmó que el gobierno estatal respalda a las empresas que adoptan procesos responsables con el entorno y destacó la importancia de impulsar prácticas sostenibles. Sin embargo, no se detallaron las acciones específicas que implementan estas industrias para mitigar su impacto ambiental ni los mecanismos de supervisión que garantizarán el cumplimiento de estas prácticas a largo plazo.
Certificación sin monitoreo transparente
El reconocimiento a Coca-Cola FEMSA resulta relevante, dado que la industria de bebidas embotelladas es una de las principales consumidoras de agua en el país y ha enfrentado denuncias por la explotación de mantos acuíferos. No se especificó si el certificado incluyó una evaluación sobre su impacto en los recursos hídricos de Tlaxcala.
Sonavox Electronic y Metalúrgica Artesanal Metalar, ambas del sector manufacturero, operan en un estado donde la generación de residuos industriales es un problema creciente. Aunque la certificación reconoce esfuerzos en el manejo de recursos y reducción de contaminación, no se presentaron datos sobre auditorías ambientales independientes ni sobre sanciones en caso de incumplimiento.
Mientras se entregan estos certificados, Tlaxcala sigue enfrentando problemáticas ambientales derivadas de la actividad industrial, como contaminación en ríos, emisiones tóxicas y deficiencias en la gestión de residuos. La certificación de “Industria Limpia” forma parte de los mecanismos de regulación ambiental, pero sin un seguimiento riguroso, su impacto real sigue siendo incierto.
Más allá de los reconocimientos, la discusión debe centrarse en la implementación efectiva de estrategias de sustentabilidad y en la supervisión continua para asegurar que las prácticas ambientales de la industria sean más que un requisito administrativo.
