Igualmente señalaron la crisis económica que atraviesan campesinos de la zona oriente de la entidad

 Por Selene Sosa

Sergio Sarmiento Rodríguez, coordinador estatal del Congreso Agrario Permanente (CAP) dio a conocer que como representante del sector primario ha buscado tener acercamiento con las autoridades estatales, sin embargo, desde el cambio de administración local, no ha logrado sostener una reunión.

En conferencia de prensa para dar a conocer la firma de un convenio con el Instituto Tecnológico Superior del Oriente del Estado de Hidalgo (ITESA) para crear una bitácora electrónica, el sucesor de José Isabel Juárez Torres lamentó la omisión de la Secretaría de Gobierno (SEGOB).

De manera específica, el coordinador estatal del CAP indicó que la última reunión que el Congreso sostuvo con autoridades de Gobierno fue en el último periodo del priísta expulsado, Marco Antonio Mena Rodríguez, puesto que quien actualmente encabeza la SEGOB, Luis Antonio Ramírez Hernández, ha hecho «oídos sordos».

En este sentido, Sergio Sarmiento aseveró que el campo tlaxcalteca, como en el mundo, fue fuertemente azotado por la sequía, al grado de que en la Zona Oriente del Estado, los campesinos han tenido que «mal vender» su ganado para poder sobrevivir.

En dicho contexto, explicó que hay campesinos que han tenido que vender, por ejemplo, una vaca lechera que se cotiza en 25 mil pesos, en tan sólo 10 mil pesos, a fin de subsistir, puesto que el recurso del seguro catastrófico de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA), es apenas de tres mil pesos por unidad.

A razón de la falta de subsidios suficientes por parte de la SIA y a la «política de oídos sordos» de la SEGOB, los miembros del CAP buscaron firmar el convenio de colaboración con el ITESA, para la creación de una bitácora electrónica a beneficio de 20 mil campesinos tlaxcaltecas.

Dicha bitácora recopilará información sobre el tipo de suelo, el porcentaje de humedad, el tipo de fertilizante que requiere, entre otros datos importantes para hacer frente al cambio climático con equipo tecnológico e investigaciones por parte de los universitarios, a cambio de una aportación simbólica de entre 20 a 30 mil pesos.