Por Edgardo Cabrera

No es menor que el ahijado de la mandamás no se sepa el himno de Tlaxcala, eso simple y sencillamente evidencia porqué la Constitución tenía candados para que quien ocupara la titularidad de la Secretaría de Gobierno fuera oriundo o con al menos un arraigo de 7 años.

Recordemos que el Congreso determinó cambiar la carta magna, desaparecer el requisito de ser tlaxcalteca y, no solo eso, que cualquier mexicano con una residencia mínima de 3 años pudiera acceder a la segunda posición más poderosa del poder Ejecutivo, después de la gobernadora, incluso suple las ausencias temporales de la titular. 

Pues el legislador que estableció el candado histórico tenía varias razones, el jueves, por ejemplo, durante un evento oficial y solemne, como fue el traslado de los poderes a Huamantla, convirtiendo a ese municipio en capital del estado por un día, el ahijado acudió en representación de la mandamás y solamente exhibió su desdén por la historia y los símbolos tlaxcaltecas.

El himno, no se lo sabe, y eso que ya tiene dos años como funcionario público al transitar por la Secretaría de Medio Ambiente, y francamente dudamos que siquiera cumpla el requisito de los tres años de residencia. Además de no aprenderse nuestro himno, el que nos enseñaron y entonamos desde la escuela, también sería iluso pensar que conozca la historia de Tlaxcala y porqué el arrojo del joven Xicohténcatl y la fuerza indomable en Tlahuicole.

Y no, no es irrelevante evidenciar y cuestionar que el oriundo de Morelos no se sepa el himno, porque ello es punta del iceberg de sus pésimos resultados en Medio Ambiente y ahora en la Segob, desde que llegó al cargo se le han acumulado 11 manifestaciones, decenas de muertos y el ridículo de hablar de un estado seguro cuando “Causa en Común” documentó casi un centenar de delitos atroces en nueve meses, así como “manipulaciones” en las cifras de incidencia delictiva.

Para rematar, en su corta estancia también se conoció que Tlaxcala está reprobado en todos los parámetros que debían atender derivado de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y cuya batuta por parte del gobierno estatal la lleva precisamente la Secretaría de Gobierno donde impusieron a quien enfrenta procesos legales como deudor alimentario y violentador, las feministas ya dijeron que no se sentarán con él, claro, serían incongruentes y avalarían su comportamiento.  

¿Y AHORA?

Con la novedad que la semana pasada la justicia federal le corrigió la plana al Tribunal de Conciliación y Arbitraje luego de que le negara la Toma de Nota sindical al ‘7 de Mayo’, el juez dejó en claro que actuaron sin sustento ni fundamento, ahora tendrán que emitir una nueva resolución.

Derivado del amparo a su favor, Enrique Escobar podría asumir funciones de dirigente sindical, así como su planilla electa, bueno, siempre y cuando, de nueva cuenta, el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, al servicio de la Triste Historia, les conceda la toma de nota.

Si los facciosos funcionarios de esa instancia encuentran argumentos sólidos, fundados y motivados mantendrán su resolución en contra, de lo contrario deberán dejarlos pasar. Pero también podríamos llegar al supuesto de que Enrique Escobar se retire y deje el camino libre, y es que desde que el lorenismo lo corrió y amagó en hacer lo mismo con el resto, el gremio dio marcha atrás a sus protestas y se mantienen en silencio desde que se realizó el Mundial de Voleibol playero.