Por José Luis Ahuactzin

Por enésima ocasión, sindicalizados del ‘7 de Mayo’ se manifestaron en el exterior del Estadio Tlahuicole, en la capital, para exigir a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, respete el contrato colectivo de trabajo, que incluye el servicio médico por Pensiones Civiles y no el privatizado.

Desde las 8 de la mañana comenzaron con la concentración en su sede sindical y fue hasta las 9 de la mañana que avanzaron hacia los accesos del Estadio, para lanzar consignas.

Fue ahí donde comenzaron los elementos de seguridad pública, denominados GOPES, quienes pretendían intimidar a los manifestantes; luego llegó un grupo de antimotines y granaderos, para actuar por si se les salía de control la provocación.

Tras armarse un zafarrancho entre ambos grupos y no pasar a mayores, un grupo antimotines quedó a la expectativa y vigilando la zona, con armas, cascos, chalecos antibalas, para amedrentar a los trabajadores que se manifestaban en los alrededores al Estadio.

Derivado de sus peticiones al diálogo y por la negativa del gobierno lorenista, las consignas arreciaban que por momentos parecía que los antimotines ingresarían para disolverlos, incluso llegó el vehículo blindado denominado rinoceronte, que se mantenía vigilando los alrededores.

Como los trabajadores protestaban en los accesos, fuentes consultadas dijeron que les ordenaron colocar energía eléctrica a los portones, para repeler cualquier golpe o manotazo a los metales.