DELICADO
16 de junio - 2023

Por Edgardo Cabrera  

Al menos cinco allegados al secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya fueron detenidos por la Procuraduría General de Justicia del Estado acusados de extorsión agravada, entre los asegurados están nada menos que tres con puestos directivos que fueron nombrados por el funcionario estatal.

En medio del hermetismo, desde la tarde-noche del miércoles se conoció de la detención de dos altos mandos directivos sobre la Vía Corta, más tarde uno más en la Loma Xicohténcatl, y en la madrugada del jueves los otros dos que serían subordinados.

Desde antes de la llegada del secretario, organizaciones civiles, activistas y algunos medios de comunicación como Gentetlx, cuestionaron la relación de la esposa del funcionario con el ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Calderón, Genaro García Luna.

Es de destacar también, que desde este año se han documentado el crecimiento de los delitos de alto impacto, incluso hasta la aparición de supuestas narco mantas, siendo marzo el peor mes de asesinatos, pero a la cuenta también se agrega la represión a manifestaciones, como la de Calpulalpan en demanda del agua, donde personas de la tercera edad, entre ellas mujeres, fueron removidas por granaderos a la fuerza del bloqueo carretero que mantenían.

También se incrementó la baja de personal, las renuncias y los despidos, en algunos casos bajo el pretexto de la limpia de la corporación ante la presencia de elementos deshonestos, o por la mera desconfianza.

Por ello es que los ahora detenidos, además, se convirtieron en personas de confianza del secretario, la mayoría provenientes del Estado de México, de donde es oriundo el secretario, y defendían la supuesta estrategia de seguridad implementada en Tlaxcala, recientemente se habían convertido además en sus portavoces para defender la actuación de la policía estatal en un intento por “frenar” el “golpeteo” -decían- mediático y la desconfianza.

El asunto es simple, preocupa en manos de quién está la seguridad de los tlaxcaltecas, aún más, en algunos casos los amagos en contra de la difusión de los hechos delincuenciales por parte del propio funcionario, quien en algunas ocasiones culpó a los medios de supuestamente “alarmar”.

GUERRA 

Pero ahí no acaba el asunto, se sabe que luego de las detenciones, al interior de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se desató la incertidumbre y rivalidad con los elementos de investigación de la Procuraduría General de Justicia, el asunto no es menor, porque no es la primera vez que la policía de Tlaxcala culpa a la instancia judicial de liberar a delincuentes y de falta de coordinación.

Tras lo ocurrido, uno supondría que el próximo en salir del cargo sea el secretario Celaya, el quinto que corren, renuncia o huye, porque al final de cuentas es el responsable de haber colocado a los elementos en posiciones clave, incluso compitiendo en tareas de investigación con la procuraduría. Por cierto, al oficializar las capturas por medio de un comunicado de prensa, no se le permitió al secretario de Seguridad fijar postura, y fue el secretario de Gobierno quien lanzó la advertencia de que harán una revisión exhaustiva a toda la corporación, “sin importar el rango que ostenten”.

En tanto, la procuradora Ernestina y sus ministerios públicos deberán tener bien soportadas las denuncias y detenciones de los directivos para sumar una palomita, en caso contrario, ganará una tache más a la dependencia.

Y la gran pregunta a todo esto es: ¿Quién o quiénes recomendaron o enviaron a Tlaxcala al actual secretario?, algo que desde el día uno nunca fue aclarado.