Por Mauricio Hernández Olaiz

Por un momento la justificación que dieron, tanto el titular de SSC y la propia gobernadora, de los operativos en el #8M y Zacatelco nos recordó a esos fabulosos personajes de los polivoces Gordolfo Gelatino y Su Madre Doña Naborita.

La frase preferida de Gordolfo es: “¡Ahí, madre!”, fue lo que le falto a Ramón Celaya decir luego de su argumentación monumental de los operativos a su cargo el día de las mujeres y en el corazón del sur.

Celaya se echó solito porras, calificó sus operativos de excelentes, magistrales, pero sobre todo, tanto en la marcha como en el intento de linchamiento aseguró que jamás se agredió, intimidó o reprimió a la sociedad. ¡Ahí madre!.

¿Qué película de Nesflis habrá visto el secretario?.

Por su parte Doña Naborita, interpretada magistralmente por Lorena Cuéllar, coincidió en que el ¡Hijazo de su vidaza! que labora en la SSC realizó un trabajo maravilloso, excelso, sobresaliente y que lejos de reprimir cobijó a las mujeres.

Si para Doña Naborita Cuellar el cobijar a las mujeres es arrojarles bombas lacrimógenas y mandarles un camión blindado con agua a presión pues tiene toda la razón.

“El hijazo de mi vidaza solo las refrescó a las damitas, pues hacía mucho calor, y el gas era para espantarles los moscos, tan molestos por las tardes”

“Tu síguele hijazo de mi vidaza, luego, luego se ve que ya le vas agarrando la onda a los protocolos, se ve que nomás es pura envidia lo que te tienen”

¡Ahí madre! «Miren lo que hizo mi cabecita de algodón para las mujeres de Tlaxcala, se me pusieron locas y tuvimos que arrojarles un poco de agua y gas».

“Ahora sí madre, ya te voy a controlar a esos cara duras que hablan mal de ti y quieren desestabilizar a tu gobierno, para que no tengas que seguir inventando tanto cuento”

De pena…

Dicen que lo que se ve no se juzga, y ahí quedan las imágenes del #8M y Zacatelco para la historia, y no hay excusa que valga ni discurso simulador que sirva para cambiar la percepción ciudadana.

Especialmente la de los borrachos y marihuanos  de Zacatelco que sintieron en el rostro las detonaciones del arma de fuego de cargo del guardaespaldas del secretario Gelatino.

¿Qué habrían excusado secretario y gobernadora si una de esas balas al aire hubieran acabado la vida de un inocente?…..

Exactamente lo mismo…cumplimos con los objetivos.

Sin duda hay un creciente descontento con las autoridades y gobierno de Tlaxcala debido a una serie de factores, como la corrupción, la falta de transparencia, la injusticia, simulación y la desigualdad.

Este descontento está manifestándose claramente. Protestas, movimientos sociales, intentos de linchamiento, y un largo etcétera, pero no pasa nada, pues en Tlaxcala nos cuida el ¡Hijazo de mi vidaza y su Madre!

¡Ahí Madre!

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