Iglesia vende en 100 pesos protocolo contra abuso sexual de sacerdotes
26 de diciembre - 2022

La última vez que la Iglesia se pronunció sobre casos de abuso sexual fue en 2020 cuando dio a conocer que en los últimos 10 años investigó a 426 sacerdotes.

Fuente: MILENIO

Al reconocer una «grave crisis» de delitos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos, la Arquidiócesis Primada de México lanzó un «Protocolo de intervención por caso de abuso sexual de niño, niña, adolescente o personas vulnerables».

Este documento sin precedentes, por estar a la venta al público en 100 pesos, y dado a conocer en junio de este año, busca orientar a fieles y clérigos que conozcan de un caso de este tipo y deseen denunciarlo antes las autoridades, tanto eclesiásticas como civiles.

«Este protocolo será una herramienta fundamental para ofrecer la información necesaria, de un modo accesible y claro para la atención de las víctimas cuando el lamentable caso del abuso suceda en nuestra arquidiócesis», explica en la presentación del protocolo Carlos Aguilar Retes, Arzobispo primado de México.

En la guía de 85 páginas la Iglesia católica hace un repaso sobre qué es el abuso sexual, los fundamentos legales que protegen a los menores, así como las consecuencias que tiene un abusador desde el punto de vista civil como del derecho canónico.

Incluso identifican una serie de «eclesiopatías» que se refieren a las dinámicas patológicas que han permitido que exista una cultura del abuso dentro de la Iglesia como el síndrome del clericalismo, el abuso de poder y la traición de la confianza.

«Una vez que se ha dado a conocer la grave crisis de delitos sexuales dentro de la Iglesia, también se ha descubierto la manera errónea en la que algunos jerarcas de esta institución han gobernado durante mucho tiempo, ejerciendo el poder u otorgándolo como un beneficio y no como un servicio superior, donde lo único que propiciaron fue una cultura abusiva», explica el documento.

La última vez que la Iglesia se pronunció sobre casos de abuso sexual fue en 2020 cuando dio a conocer que en los últimos 10 años investigó a 426 sacerdotes por cometer algún delito sexual contra menores y por otras faltas no especificadas. De ellos, 217 dejaron el ministerio.

Para denunciar ante la Arquidiócesis un caso de abuso sexual, es necesario acercarse al «Departamento para la protección de menores» que es el órgano exclusivamente encargado de brindar atención a las presuntas víctimas.

En este sitio, se les sugiere a los que reciban la denuncia escuchar a la víctima de manera atenta y sin interrupciones, evitar el contacto físico, hacerle ver que sus dichos son tomados como verdaderos, agradecerle por la confianza y pedirle perdón en nombre de la Iglesia. Además, se le debe invitar a denunciar antes las autoridades religiosas y civiles.

«Todas las autoridades eclesiásticas de la Arquidiócesis Primada de México están obligadas a informar de manera inmediata a las autoridades competentes del Estado Mexicano», especifica.

Y es que la denuncia e investigación al interior de la Iglesia incluye una primera entrevista así como la entrega de pruebas para demostrar el abuso, como pueden ser registro de llamadas, capturas de pantalla de conversaciones, fotografías, cartas, exámenes médicos y hasta testigos.

Además, se debe escribir una carta de denuncia que puede ser redactada por la víctima o algún familiar que contenga detalles específicos como cuándo pasó, dónde, cómo pasó el abuso, qué sentimientos al denunciante el haber sido víctima, entre otros. El protocolo reitera que toda esta información debe ser entregada al Ministerio Público.

Y mientras avanzan las investigaciones la Iglesia ofrece a la víctima acompañamiento espiritual, psicológico, asesoría legal y canónica.

«Este protocolo es algo necesario para orientar, para acoger, para acompañar, para animar. Nuestro deseo es que no sea requerido, pero es fundamental que todos en la Iglesia sepamos qué hacer en estos casos y así podamos ayudar a quien lo necesite, de tal manera que este tema no sea motivo de silencios que encubren o revictimizan a los que ya han sufrido demasiado», explica el obispo auxiliar de México, Salvador González en las conclusiones del protocolo.