Aunque Tlaxcala es internacionalmente conocida como «La cuna de la trata», activistas y familiares acusaron simulación y omisión de autoridades estatales

Por Selene Sosa

Yeny Charrez Carlos y Eréndira Jiménez Montiel, activistas por los derechos humanos, encabezaron este viernes una kilométrica caminata desde Tenancingo hasta la Plaza de la Constitución en Tlaxcala, para enviar un mensaje de esperanza a los familiares de mujeres víctimas de violencia.

Las activistas iniciaron su caminata a unos metros de donde, dijeron, «Estrella N» fue tratada con fines de explotación sexual, ahí, con un nostálgico abrazo, activistas y familiares comenzaron a caminar sosteniendo las fotografías de mujeres víctimas de violencia de género.

A su paso por los municipios del Sur de la entidad, se fueron uniendo mujeres, niñas, niños, padres y familiares de víctimas quienes acompañaron en silencio la caminata que fue vigilada por elementos de seguridad de cada localidad.

Asimismo, a manera de solidaridad, hubo quienes obsequiaron agua o galletas a las caminantes quienes en su andar compartieron sus historias entre ellas, brindándose apoyo y solidaridad para cada caso en el que el existe un exigencia en común, justicia.

En la marcha estuvieron presentes los familiares de Ana Laura N., la joven de Huamantla desaparecida y hallada meses después sin vida; de Cecilia N., su padre, Efrén López también caminó con el grupo; la familia de Pedro Francisco N. quien continúa Privado de su Libertad por un delito que, dicen, no cometió.

Quien también caminó fue la mamá de «Estrella», quien recordó con nostalgia la búsqueda de sus nietos en el municipio de Tenancingo, de donde dijo, es originaria la familia de tratantes encabezada por «Reyna», una docente activa en el estado tlaxcalteca.

Los familiares de Jazmín, Karla, Citlali y otras víctimas también acompañaron la caminata, así como las víctimas de violación sexual y otros delitos en contra de las mujeres en razón de género también hicieron presencia, siempre acompañadas de un grupo de hombres quienes cuidaron su integridad física en todo momento.

El mensaje fue claro, #NoLasOlvidamos, las activistas apuntaron que la movilización en cuestión no fue con el propósito de protestar o exigir justicia a quienes corresponde en la entidad, más bien, fue un recordatorio a las víctimas, a sus familias, de que no están solos.