V INFORME
9 de agosto - 2021

Por Edgardo Cabrera

Al ofrecer su mensaje por su último informe, Marco Mena sostuvo que entregará un gobierno «con finanzas sanas, sin deuda, con grandes obras, números de seguridad muy favorables en el mapa nacional, y lo más importante, un estado en paz», algo reconocido por el propio presidente López Obrador en su reciente gira por la entidad.

El actual fue un gobierno discreto en lo político, mesurado, evitó pelearse con la federación así como la tentación de meter las manos en asuntos electorales, a diferencia de los mandatarios que le antecedieron, y ello es el principal reproche de los priístas que se sintieron abandonados en los comicios donde perdieron la gubernatura.

Contrario a sus correligionarios, su administración es bien vista por el primer morenista del país, hay quienes dicen que será llamado a ocupar alguna posición discreta en el gobierno federal, hablan de un consulado, aunque otros aseguran que se alejará de todo durante tres años para regresar a la escena en las elecciones federales.

Como sea, lo cierto es que la transición de PRI a Morena es tersa, desde que se entregó la constancia de mayoría a Lorena Cuéllar, Marco Mena abrió de par en par las dependencias para iniciar con el proceso de entrega-recepción.

Parece que se podrá retirar sin el fantasma de la persecución o la revancha. En el Congreso deja a su hermano Fabricio como legislador plurinominal, personaje que ya realiza trabajo de operación política para la 4T.

EL MÁS CORTO

Marco Mena pasará a la historia de Tlaxcala como el gobernador con el periodo más corto para el que fue electo, 4 años 8 meses, pero también por formar parte de lo que Mariano González Zarur llamó el relevo generacional del PRI.

Le restan poco más de tres semanas para que entregue la estafeta a la morenista Lorena Cuéllar, y por ello la semana pasada rindió su quinto y último informe ante el Congreso del estado, a diferencia de los cuatro anteriores, no hubo mensaje ciudadano en un acto público, se limitó a mandar un mensaje en redes sociales.

Al cerrar la cortina de su administración entregará dos obras emblemáticas: la nueva carretera Tlaxcala-Apizaco, que incluyó el Distribuidor Vial Tlaxcala, el Distribuidor Carretero Xicohténcatl en la zona de la “Y” griega, y el Viaducto San Pablo Apetatitlán; así como el Nuevo Hospital General de Tlaxcala que será entregado la próxima semana y que sustituye al actual con una antigüedad de 80 años.

A las anteriores se agrega el nuevo Estadio Tlahuicole, y la Plaza Bicentenario, abandonada por 6 años y con una costosa rehabilitación para recibir al Instituto Politécnico Nacional en Tlaxcala.

En cuanto a indicadores en 2019, Tlaxcala ocupó el primer lugar nacional en crecimiento económico y desde el inicio de su gobierno, hasta ese momento, la medición del empleo, crecimiento industrial e inversión, alcanzaron los primeros sitios en el país.

Pero la pandemia golpeó severamente a la entidad, y el combate a la pobreza se desplomó, el Coneval reveló la semana pasada que su nivel aumentó en 8.3 por ciento, por lo que se coloca como la tercera entidad más pobre a nivel nacional, algo que será urgente de atender por la nueva administración.  

Por cierto, llama poderosamente la atención la medición de pobreza, porque los apoyos sociales tanto del gobierno estatal y como federal se entregaron sin menosprecio: becas, fondos, proyectos productivos, despensas, enseres, en fin, evidenciando que eso no sirve.