CRISIS
3 de agosto - 2021

Por Edgardo Cabrera

Entre los problemas que heredará el nuevo gobierno y de los cuales tendrán que implementar acciones urgentes para no meterse en problemas en los primeros meses, está el sistema de pensiones del estado.

Ya con Mariano González se enfrentó la primera crisis por el pago de esos derechos adquiridos por quienes trabajaron en el gobierno y sus municipios, se hicieron cambios, hubo reformas al marco legal, y se atendió parcialmente el problema, recordemos que incluso salieron a relucir nombres de políticos que cobraban cifras extratosféricas por una pensión.

Pero el problema nunca terminó de resolverse, el asunto es que el número de jubilados y pensionados al servicio del estado sigue creciendo, son más las altas que las bajas, de ahí que existe un cálculo de una cartera roja que asciende a los 16 mil millones de pesos.

De ahí que quien llegue a Pensiones Civiles de Tlaxcala, más que festejar, se sacará la rifa del tigre, si el sistema llega a colapsar y se deja de pagar, estaremos ante la primera gran crisis de la nueva administración.

Los problemas de solvencia ya se padecen y evidencia que la reforma del año 2012 no fue suficiente, incluso existen amparos y solicitudes de juicios políticos, ya que pensionados recurrieron a la justicia federal para demandar el pago de prestaciones que les fueron recortadas como consecuencia de esos cambios y les dieron la razón, por lo que se adeudan cifras millonarias a los afectados.

A PRUEBA

Mas pronto, que tarde, el acto de canibalismo les podría dar resultado a los resentidos que no han sido llamados por la gobernadora electa, Lorena Cuéllar, para formar parte de su gabinete.

Hasta finales de agosto se espera el destape oficial de los ungidos, aunque hay quienes ya dan por sentado que los 29 que fueron nombrados como enlaces para la entrega-recepción de las dependencias serán los titulares, algo que no necesariamente será así.

El martes pasado de manera oficial y con el aval del OFS quedaron instaladas las comisiones en la mayoría de las 56 dependencias y organismos desconcentrados, así como órganos paraestatales; en 24 se espera que queden esta semana integrados los grupos de trabajo.

Al frente de todos se encuentra Sergio González, virtual próximo secretario de Gobierno, y tres nombres son los que llaman la atención derivado de la relevancia y magnitud que tienen las dependencias que comenzaron a recibir desde el pasado 28 de julio. 

Homero Meneses ya está a cargo de la recepción en la secretaría de Educación Pública y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala; el cardiólogo infantil, Rigoberto Zamudio Perez arribó a la Secretaría de Salud; y el ex tesorero de Tepeyanco, David Álvarez Ochoa, a la Secretaría de Finanzas.

Además de los anteriores, como reguero de pólvora trascendieron los nombres del resto y con ello el golpeteo mediático aderezado con los calificativos de costumbres: soberbios, ineptos, foráneos, traidores, chaqueteros, convenencieros, y otras linduras más. ¡Así se llevan entre ellos!

Quienes pasen con éxito el tamiz de la entrega-recepción y aguanten los embates de los camaradas cuatroteístas finalmente les entregarán sus nombramientos y serán presentados en sociedad horas antes de que rinda protesta Lorena Cuéllar.

Pero después de eso, las y los flamantes funcionarios, enfrentarán cuatro meses de una dura evaluación, llegarán a los cargos con presupuestos comprometidos, personal que privilegiará la revancha política sobre la experiencia, falta de conocimiento e improvisación, por lo que dar resultados en lo inmediato será tarea compleja.

Para los relucientes funcionarios será su début y despedida, no podrán decir, sobre todo los aliados políticos, que no les cumplieron con el reparto de su cuota, y el argumento será sólido, no lo supieron aprovechar. Al tiempo.