Por Edgardo Cabrera

El viernes sorprendió en la conferencia mañanera del presidente López Obrador la presencia del periodista Daniel Blancas Madrigal, tomó el micrófono para denunciar presuntas anomalías en el programa federal Sembrando Vida en Tlaxcala, lo que documentó por medio de un trabajo periodístico publicado en el diario la Crónica de Hoy el pasado 7 de julio.

Para empezar, el comunicador reviró el ataque a su investigación que se dio en la sección ¿Quién es quién en las mentiras?, y después comprometió al propio presidente de la república para recibir a los tlaxcaltecas denunciantes de la presunta tramposa utilización de dicho programa.

Y es que en la información publicada inicialmente con el título “Falsean los datos de Sembrando Vida” se obtuvieron testimonios de operadores y beneficiarios de los apoyos mediante los cuales develan que se han inflado los datos para colocar a Tlaxcala con altas cifras de cumplimiento de metas. 

«Entre los años 2020 y 2021 se destinaron 25 millones de pesos para beneficiar a 5 mil sembradores, quienes han reforestado hasta ahora 1 millón 500 mil plantas en 12 mil 500 hectáreas de siembra», refiere el periodista Daniel Blancas en su trabajo, sin embargo, algunos técnicos sociales y productivos denunciaron desde la violación de sus contraseñas para triplicar el número de árboles plantados, hasta despidos en revancha por difundir la anomalía. 

De manera particular se acusa al Coordinador Estatal de Sembrando Vida, José de Jesús Rafael de la Peña Bernal de autorizar se hiciera mal uso de cuentas y contraseñas del personal de apoyo.

Ante esto, en la mañanera del viernes (a partir de la hora con 8 minutos de la transmisión https://fb.watch/6Q02C2dMM6/ ) el presidente López Obrador se comprometió a recibir a los denunciantes quienes incluso han formalizado quejas o denuncias formales ante la Secretaría de la Función Pública y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

De lo anterior, no solo el responsable de Sembrando Vida en el estado tiene que rendir cuentas, sino el delegado del Bienestar Carlos Luna, de quien no es la primera vez que salen a relucir señalamientos en su contra, recordemos que al arranque de la campaña de vacunación contra el Covid-19 fue evidenciado por privilegiar a políticos amigos como el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya quien recibió dosis, junto con su parentela y amigos, en un municipio que no le correspondía; y semanas después, de igual forma fue balconeado por permitir la vacunación del entonces candidato a la alcaldía de Apizaco por Morena, en el municipio vecino de Tzompantepec.        

ADIÓS COYOTES

La semana pasada Lorena Cuéllar lanzó una advertencia en contra de los “coyotes”, advirtió que en su gobierno serán erradicados y eso, en los hechos constituirá una primera acción en contra de la corrupción.

Ojalá que de ese mensaje hayan tomado nota todos los que forman parte del costoso e ineficiente “Sistema Estatal Anticorrupción”, al menos 200 millones de pesos se invierten del presupuesto y sus resultados son nulos.

No solo se trata de un asunto de las cabezas de las dependencias, también de aquellos que son la parte operativa y en esto no hay que perder de vista a los sindicatos, que se han convertido en intocables para todos los gobiernos, les ha temblado la mano para actuar.   

Los “coyotes” están coludidos lo mismo con los “jefes” que con los empleados operativos, tienen derecho de picaporte y lo mismo “agilizan” trámites en Secte y Finanzas, que en dependencias dedicadas a obras públicas o campo, todo a cambio de una “mordida”.

El combate a estas malas prácticas no solo se trata de un asunto de gobierno, sino también de ciudadanos, no hay que perder de vista que para que exista corrupción se necesita de dos, aquel que ofrece o pide una dádiva y quien la otorga, por lo que también habría que reforzar la parte educativa.

Por cierto que en eso del adiós a los “coyotes”, el equipo de fútbol Coyotes de Tlaxcala ¿también tendrá que despedirse del subsidio gubernamental?, no olvidemos que la franquicia fue creada por Mariano González Zarur en sociedad con la familia Torre de Grupo Providencia, y todavía en el actual gobierno de Marco Mena se destinaron millones de pesos para ampliar el estadio Tlahuicole, sede de este club, en contraste el equipo viene en franca picada.