ORGULLO
1 de julio - 2021

Por Edgardo Cabrera

Bien merecido es el premio Miguel N. Lira a nuestro compañero periodista, José Luis Ahuactzin Ávila, su trabajo cotidiano, investigación, dedicación, experiencia y profesionalismo no está en tela de duda.

Con todo y las severas críticas a los diputados, todas fundadas y derivado de su labor legislativa, a propuesta de la Unión de Periodistas de Tlaxcala, este miércoles el Congreso local reconoció a quien suma poco más de 18 años en la talacha diaria, lo mismo ha sido corresponsal y reportero, que conductor de noticias, pero también compañero de constantes batallas contra poderosos y políticos que se sienten intocables, lo que desde el año pasado nos ha valido incluso una defensa legal contra uno de estos personajes “intocables”.

A José Luis lo conocí hace poco más de 18 años, precisamente al inicio de su carrera, cuando siendo estudiante aún de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Altiplano llegó al noticiario Sucesos de la Coracyt, siendo en ese entonces yo jefe de información. Se integró como corresponsal en el municipio de Apizaco

Desde ese entonces le ví talento y deseo por construir una carrera como periodista, uno de sus primeros trabajos tuvo que ver con la emblemática Estación y Talleres de Ferrocarriles Nacionales de México que, hace casi dos décadas, venía en franca caída.

Con todo y lo que implica trabajar y estudiar, persistió, terminó la carrera y se mantuvo contra viento y marea; luego de Coracyt tomamos caminos distintos, tuve que migrar a Puebla y José Luis se fue a trabajar a FM Centro, donde llegó a conducir el noticiaro nocturno, años más tarde, 10 para ser exactos, nos volvimos a encontrar en la talacha diaria, coincidimos en la estación de Apizaco y después reporteando la fuente del Congreso para distintos medios.

El destino nos mantuvo en la misma ruta, y años después, en 2013 se integró a Gentetlx, al poco tiempo de su fundación, donde su trabajo lo ha vuelto referente de la clase política.

Pero además de su labor y el periodismo, con José Luis me une una añeja amistad y compadrazco, por lo que el reconocimiento que le da el Congreso del estado no solo me llena de felicidad, sino de orgullo porque, reitero, es merecido a su esfuerzo y trabajo codiano, es reportero de campo, investiga, escribe y opina, no es ningún improvisado ni producto de una creciente ola de personas que se dicen, se sienten y se creen periodistas solo por cargar un celular, hacer transmisiones en vivo e insultar en redes sociales, tanto a los personajes públicos como a los periodistas.

Mi reconocimiento José Luis Ahuactzin, y que ladren los perros porque es señal de que vamos avanzando, y eso, ladrar, es lo único que saben hacer.

DÍA DEL PERIODISTA   

Este 1 de julio se celebra en Tlaxcala el día del Periodista, así fue instaurada la celebración en la entidad, y como parte del festejo el Congreso entrega el premio Miguel N. Lira en reconocimiento a la trayectoria, constancia y profesionalismo de los expertos de la pluma.

El galardon consta de una moneda de oro conmemorativa y un reconocimiento, y se entregará en el desarrollo de una sesión extraordinaria pública y solemne a efectuarse este jueves.

Con motivo de la fecha aprovecho para manifestar mi respaldo también al trabajo que viene realizando la Unión de Periodistas del Estado de Tlaxcala que encabeza Moisés Morales, más allá de la grilla de ocasión, la nueva dirigencia ha dado muestras de apertura e inclusión al iniciar un proceso de reafiliación basado en la reconciliación del gremio.

Además de trabajar en el padrón, vienen empujando una serie de acciones a favor del gremio que incluyen la capacitación y proximanente la entrega del premio estatatal de periodismo.

Con el próximo gobierno estatal y legislatura local vendrán retos importantes, pasar del discurso a la acción y una de ellas tiene que ver con revisar el marco legal para que los periodistas no seamos rehenes o amedrentados por poderosos que se sienten intocables y que no solamente repudian la crítica, sino que alinean discursos para propiciar el odio social contra nuestra labor y de quienes trabajamos en los medios de comunicación.