Por Edgardo Cabrera

Más allá de los números de las encuestas, tanto las cuchareadas como las reales, esas que tienen bajo llave los búnker de las candidatas y el candidato a la gubernatura, este segundo mes de campaña será de aceitar y afinar las estructuras territoriales para la elección de junio próximo.

Tanto la priísta Anabell Ávalos como la morenista Lorena Cuéllar ya dejaron ver a parte de su equipo que se encargará de garantizarles votos el día de la jornada. Primero fue la de coalición Unidos Por Tlaxcala quien mostró músculo en una reunión masiva en Apetatitlán, mientras que este fin de semana la de Juntos Haremos Historia reunió a los suyos en Cuaxomulco.

Ambas dejaron de lado el riesgo sanitario, congregaron a miles, y en los dos eventos dejaron constancia de que traen con qué dar la madre de todas las batallas.

Quien también está por mostrar su propia estructura es el de Redes Sociales Progresistas, Juan Carlos Sánchez García, el Saga ya anticipó que alista también un evento multitudinario donde mostrará que no está manco.

El asunto es que a poco más de un mes las dos coaliciones y sus candidatas se juegan su futuro, Lorena Cuéllar ya me lo dijo en entrevista, la del 2021 será su última elección, está segura de que ganará para después de la gubernatura retirarse de la política.

Anabell Ávalos no necesariamente ve como su último escaño político la gubernatura, aunque las condiciones de este 2021 son inigualables para la priísta, trae el respaldo del PAN y del PRD, ambos partidos ya gobernaron Tlaxcala y jamás se imaginaron competir juntos, como tampoco Rosalía Peredo y los Ortiz, con su PS y PAC, respectivamente, se pensaron unidos de nueva cuenta en un proyecto en común.

Los de Unidos Por Tlaxcala traen una sólida estructura construida por décadas por el PRI, está reforzada por las de sus otros aliados que también traen su propio equipo, poderoso en algunos municipios.

En tanto que en los de Juntos Haremos Historia, la estructura es de Lorena Cuéllar, vitaminada por el gobierno federal, y es que Morena carece de orden y trabajo de militancia producto de sus divisiones internas y la opacidad de sus procesos internos, de ahí que el partido más que ser un activo es un lastre.

Sin embargo, el PT le ayuda a la coalición y cubre parte de esas deficiencias en Morena, no por nada es la segunda fuerza política en el estado, se agandalló dos distritos federales y tiene perfiles que pueden ganar ayuntamientos y hasta la reelección como en el caso del diputado Miguel Ángel Covarrubias.

El Verde trae estructura en pocos municipios, mientras que el Panal y el PEST, son simples rémoras que poco aportan, al contrario, el instituto de José Luis Garrido, por ejemplo, le resta.

REFUERZOS

A colación del mes decisivo, a partir de mayo veremos como se multiplica el turismo electoral para reforzar a ambas coaliciones.

Los morenistas incluso cuentan ya con una bodega donde se pueden apreciar casas remolque en la capital del estado donde han hospedado a operadores provenientes de la Ciudad de México y Morelos, mientras que los priístas traen el respaldo principalmente de la fuerza Mexiquense que trae como prioridades del priísmo nacional a Tlaxcala.

A lo anterior se sumarán los equipos de los candidatos a los ayuntamientos, ahora sí se verá si realmente los aspirantes traen estructura o se desinflan a la hora de hacer campaña.

Municipios como Tlaxcala, Apizaco, Huamantla, Tlaxco, Zacatelco, Calpulalpan y San Pablo del Monte son fundamentales para ganar e inclinar la balanza en la elección.

En la capital, parece que los de Unidos por Tlaxcala convertirán la presidencia en la manzana de la discordia, en lugar de la joya de la corona.

Lo mismo les ocurre a los de Juntos Haremos Historia en Apizaco, donde nunca lograron la reconciliación por lo que se darán con todo los candidatos del PES, Morena, PEST y PT, también será su propia manzana de la discordia.