UN AÑO DESPUÉS
4 de diciembre - 2020

Por Edgardo Cabrera

Lejos quedaron esos actos protocolarios masivos, los besamanos y el “baño del pueblo”, el 2020 ya es historia, desgraciadamente una historia con 107 mil 565 muertos por Covid-19 en todo el país, de los cuales, mil 333 ocurrieron en Tlaxcala.

Nadie en su sano juicio puede decir que la pandemia cayó “como anillo al dedo”, es criminal e inmoral “agradecer” la contingencia sanitaria, y más aún, resignarse a decir que “pudieron ser más muertos”, máxime cuando lo peor aún está por venir ante la llegada del crudo invierno y las pocas posibilidades de volver a confinarnos.

Todo lo anterior viene a cuento por el cuarto informe que rindió el gobernador Marco Mena, y el mensaje alusivo al balance anual, y el acumulado de lo hecho en cuatro años. Fue la atención de la pandemia y la salud, el rubro que mayor tiempo le ocupó, debía ser así, hubo un reconocimiento especial al sector salud y las condolencias públicas al senador Joel Molina y los alcaldes de Amaxac y Maztecochco, muertos por Covid-19.

A Mena le tocó ser el mandatario electo para un periodo corto, apenas serán cuatro años con ocho meses, y ese plazo llegará a su fin en agosto próximo.

Y hasta antes de la pandemia le fue muy bien, los indicadores en materia económica así lo marcan, ante ellos no hay margen de descalificar o reproches, Tlaxcala aprovechó la inercia que traía del sexenio anterior, la capitalizó, y logró convertir a la entidad como la economía más dinámica del país y líder en inversiones.

Algunos quisieran ver esas inversiones traducidas en fraccionamientos exclusivos, plazas comerciales similares a las de las grandes metrópolis, campos de golf, en fin, por eso se quejan amargamente y hacen sus comparativos en función a ciudades como Puebla, Querétaro o incluso México, cuando el número de población es prácticamente lo mismo o mayor que todo lo que tiene el estado de Tlaxcala.

Entre el 2018 y 2019 la entidad registró un crecimiento sumado por 5.1 por ciento, ocupó el segundo lugar a nivel nacional en crecimiento económico e industrial, y pasó del sexto al primer lugar nacional en el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal, medido por el Inegi.

La inversión hasta 2019 superó los mil 600 millones de dólares, y el empleo creció en 10 por ciento en comparación cuando asumió el cargo, el mayor en los últimos años.

Sin embargo, llegó la pandemia, y la tendencia se frenó de tajo, cerraron negocios, se detuvieron las inversiones y se perdieron empleos. El presupuesto empezó a re direccionarse para fortalecer la atención a la pandemia, no solo fue el sector salud, también las actividades económicas tuvieron que fortalecerse.

Se suspendieron cobros, como el del Impuesto Sobre Nómina, pero también la gente dejó de pagar servicios y derechos por el cierre de oficinas públicas estatales, también las municipales y federales.

Aún con la pandemia y el viento en contra, el gobernador tlaxcalteca se ha colocado en reiteradas ocasiones dentro del ranking de los mandatarios que mejor han enfrentado el reto, así lo marcan las encuestas nacionales.

Quizá el mayor pendiente y el talón de Aquiles está en el rubro de la seguridad, las ejecuciones, los atracos violentos, y la impunidad parece no ceder, por el contrario, ya no es el efecto cucaracha, ya no son solamente los delincuentes de entidades vecinas las que actúan o “nos vienen a tirar sus muertos”, también están los maleantes locales que han elevado su operación, perfeccionado sus métodos y ya no solamente atracan, también se prestan a la intimidación política, ahí está el caso de la alcaldesa Anabell Ávalos, víctima de un comando armado que ingreso a su casa la semana pasada, o Minerva Hernández, de quien también un comando ingresó a su domicilio.

Ese será precisamente el pendiente que prende los focos rojos, máxime en los próximos meses electorales y de crisis económica derivada de la pandemia.

Por el contrario, el saldo en cuanto a infraestructura de gran impacto será favorable, la joya de la corona es y será para el gobierno de Marco Mena la carretera Tlaxcala-Apizaco, que terminará por ser una autopista de primer mundo, sin cuota.

LA CEREZA DEL PASTEL

La Coalición “Unidos por Tlaxcala”, presentada apenas el martes por el PRI, PAN, PRD, PS y PAC, es la cereza del pastel de Marco Mena, desde meses atrás habló de una gran alianza y lo logró, evidentemente debió tener la venía de él para que prosperará y que el tricolor sea quien lleve mano en la candidatura a la gubernatura.

Ahora tocará a los partidos dar resultados, la mesa está servida, veremos si los aliancistas y los actores políticos ponen su experiencia para ganar.

Viejos lobos de mar y reconocidos estrategas electorales están ahí: Héctor Ortiz con su PAC; Rosalía Peredo con el PS; Beatriz ParedesMariano González, Anabell Ávalos y el propio Marco Mena en el PRI; Adriana Dávila y Minerva Hernández en el PAN; Manuel Cambrón y Santiago Sesín en el PRD.