Por Edgardo Cabrera

Con la novedad de que el miércoles formalmente reiniciaron las pláticas para la construcción de una gran alianza opositora en Tlaxcala, en la primera de las reuniones acudieron el PRI, PAN, PRD y PAC.

Parece que finalmente llegaron a una gran coincidencia los participantes del encuentro, será la gubernatura su prioridad, y para un segundo encuentro, previsto para la próxima semana, se espera integrar a la mesa de los acuerdos al Panal y Socialista.

Otra de las coincidencias, también nos dicen, es que cada partido político resuelva en su interior quién es su propuesta para la candidatura a la gubernatura por la alianza para así someterla a un proceso en conjunto de elección.

En donde aún no hay coincidencias es en la competencia por los distritos y ayuntamientos, los planteamientos van desde una coalición total, hasta las de institutos que piden alianzas de facto o parciales.

Para arrancar octubre, parece que hay optimismo y nuevos brios para alcanzar un pacto, ya que también, la gran coincidencia de todos, es que solos no les alcanza para ganarle a Morena.

DIPLOMACIA

Este jueves se les vio en el Vips de Galerías a dos personajes que hasta hace unos meses era impensable que se sentaran a platicar, ya que hubo agravios que los alejó.

Se trata de la senadora panista Minerva Hernández, y el ex dirigente perredista Juan Manuel Cambrón, quienes finalmente se sentaron a platicar, no en privado, sino en público.

La panista estuvo acompañada por su fiel escudero, el ex secretario del Sol Azteca en el estado, Saúl Gutérrez. Mientras que Cambrón acudió con el actual dirigente Julio César Pérez, con lo que no solo fue plática, sino una reunión formal.

Nos dicen que si bien no hubo reconciliación, tampoco hubo desprecio, saben que en política, y más desde el escenario de una debilitada oposición, se requiere de aliados y no de enemigos.

El perredismo no perdona que Minerva no se integrara a su bancada en el Senado, cuando estuvieron a punto de desaparecer como fracción por presiones de Morena, y más aún porque hace dos años compitió bajo esas siglas, sin embargo, de cara al 2021 es momento de construir y eso lo saben bien. 

A COLACIÓN 

Por cierto que Minerva cierra la semana con una nutrida agenda derivada de su segundo informe de labores legislativas, no escatimó en la promoción con lo que refrendó tácitamente su interés por ser candidata a la gubernatura.

Como parte de su estrategia, consiguió testimonios a su favor de varios personajes, entre ellos de sus homólogos el morenista Ricardo Monreal, el perredista Miguel Ángel Mancera, de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, y los priístas Miguel Ángel Osorio Chong y la ex gobernadora Beatriz Paredes, además del líder nacional de PAN, Marko Cortés.

Le fue bien, incluso, días antes de su informe en entrevista en el programa Mesa de Redacción la senadora puso sobre la mesa su separación del cargo y pidió pruebas a Nino Canún, luego de que semanas atrás el periodista la acusara de supuestamente formar parte de una “red de complicidades” con el ex gobernador Mariano González Zarur, y el abogado Juan Collado, detenido en julio de 2019 y vinculado a proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada.

La legisladora federal dijo tener la conciencia tranquila y, fue más allá, aseguró que tiene forma de comprobar los bienes y propiedades que posee. 

La panista arremetió en contra del gobierno de Morena, y expuso que Canún parece servir a esos intereses y que lo que dijo fue producto de un guión que le pasaron.

Y en parte tiene razón Hernández Ramos, pues a la fecha no existe ninguna investigación abierta en su contra, es más, ni en contra del priísta Mariano González Zarur, pero lo que más llama la atención es que fueran ligados ambos personajes cuando, se sabe muy bien, no existen coincidencias ni relación entre ambos.

Evidentemente más que un tema legal se trata de un golpe político, y llama la atención porque a la senadora y aspirante a la gubernatura muchos la dan por muerta políticamente, ¿entonces porqué ocuparse de ella?