Por José Luis Ahuactzin

Todo apunta a que la súper delegada o doña parquímetros se quedará fuera de Morena si el proceso electoral federal inicia el 6 de septiembre entrante.

El senador Joel Molina Ramírez, aspirante a la gubernatura, reveló el jueves en el programa Mesa de Redacción que si Morena no renueva su estructura en la dirigencia estatal antes del inicio del proceso electoral federal, la ley les impide realizar cambios internos durante alguna etapa del proceso comicial.

Con ello, Molina Ramírez quedará al frente del partido político, no sólo con el aval de las estructuras municipales sino del Comité Estatal, y hasta con el espaldarazo de Gonzalo López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

De concretarse su posición como dirigente, Joel Molina Ramírez tendrá mayor margen de maniobra para asignar candidaturas a cargos de elección popular, y para ello mostrará el colmillo largo y retorcido, pues no es un político que se cueza al primer hervor; de ahí depende su futuro político.

Por si fuera poco, mantiene una estrecha relación con la empresaria de Huamantla Dulce Silva, aspirante a la gubernatura, y su esposo César Yáñez, mano derecha del presidente de la República.

Las posibilidades con este panorama serán casi nulas para que la súper delegada encabece la candidatura, de ahí que sus opciones sean los partidos de nueva creación.

Cuéllar Cisneros y sus aliados se han encargado no sólo de ningunear a los morenistas, sino que a los militantes que forman la verdadera estructura partidista que laboraban en la delegación del Bienestar ella misma los despidió por no compartir intereses.

Ni como negarlo, los despedidos grabaron la conversación vía telefónica que evidenciaron no sólo su abuso de poder, de ambición, sino que de voz propia el despido.

Y por si fuera poco, en la visita más reciente del presidente a Tlaxcala, fue enviada a las rejas del acceso principal de la Zona Militar para atender a manifestantes, cuya sorpresa fue que eran las personas que ella misma despidió.

Así que en estas revelaciones morenistas la súper delegada sólo tiene cabida a las reuniones virtuales, pero solo de cortesía política.