MINE Y SU COALICIÓN
5 de agosto - 2019

Por Edgardo Cabrera

Aunque infructuosas, nos enteramos que ya hay pláticas entre panistas y perredistas para construir una coalición de cara a las elecciones de julio de 2021.

Resulta que semanas atrás hubo una reunión entre la senadora panista Minerva Hernández Ramos y el dirigente perredista Manuel Cambrón para delinear lo que sería una posible alianza para la gubernatura.

De dicho encuentro, la legisladora federal habría asegurado que el líder nacional panista Marko Cortés la respalda en sus aspiraciones para competir por segunda ocasión como candidata a la primera magistratura, incluso le habría dado luz verde para empezar a tener acercamientos con partidos y liderazgos que podrían sumarse a su proyecto.

Pero en el caso del Sol Azteca la primera respuesta fue un portazo, y es que la del 2021 será una elección donde dicha fuerza política se juega su registro nacional y local, de ahí que pensar en una coalición en este momento no está en su plan.

Al igual que en las elecciones federales, en el plano local una alianza les significa ceder candidaturas ante el agandalle histórico de Acción Nacional de quedarse con el mayor número de posiciones y darle a sus socios migajas, esa es una de las razones por las que en 2018 se quedaron casi sin nada de ahí que ir de nuevo con ellos es de pensarse dos veces. 

VIEJOS CONOCIDOS

Una situación similar se presenta con Movimiento Ciudadano. En el plano estatal andan desatados en sus pugnas internas, ya que mientras Cuco Rivas apoya al del apodo de marca de calzones, Edilberto Algredo piensa seriamente jugársela con el ex ombudsman, Francisco Mixcoatl.

A nivel nacional nos enteramos que, por su parte, Adriana Dávila traería pláticas con el líder nacional, Dante Delgado, delineando una posible tercera incursión en la competencia por la gubernatura.

Los otros posibles aliados estarían en el PAC, instituto que al renovar su dirigencia estatal y ratificar a los hermanos Héctor y Serafín Ortiz al frente, este último no descartó meterse a la competencia electoral dado que –también- su principal objetivo es mantener el registro.

Ciertamente es muy temprano para hablar de coaliciones, pero sin duda esa será la única vía para poder disputarle a la alianza Morena-PT-PES (que seguramente repetirá la fórmula de ir juntos) la gubernatura.

A dos años de las elecciones locales y de las federales intermedias, aún se ven los de la Cuarta como el enemigo a vencer con el mayor número de suspirantes: Ana Lilia Rivera, Lorena Cuéllar, Joel Molina, José de la Luz Sosa, Maricarmen Ramírez y los que se acumulen de aquí a 2020.    

PATADITAS

Conforme se acortan los plazos para renovar los principales órganos de gobierno en el Congreso local, parece que los grandes perdedores serán lo integrantes del bloque de 8 legisladores encabezados por el morenista Víctor Báez.

Vapuleados desde el derribo de dicho legislador de la presidencia de la JCCP, y luego por la remoción de los comisionados del IAIP (de los cuales existía su defensa en pro de la permanencia de David Cabrera y Francisco Morones), parece que seguirán con esa mala racha.

El nuevo bloque mayoritario, donde se encuentra la chiquillada opositora, el PAN y la mitad de la bancada Morena, así como tres petistas y los dos del PES, se quedarán con la Junta de Coordinación y Concertación Política, la Mesa Directiva y el Comité de Administración, sin mayores sorpresas garantizando así el mismo esquema de control político y económico de su parcela de poder.