Por Edgardo Cabrera

A muchos, pero en particular a una, el objetivo del diputado federal José de la Luz Sosa Salinas de ser candidato a la gubernatura les resulta un mal chiste, pero como en todo chiste, el que ríe al último, ríe mejor.

Resulta que desde que llegó a la curul Pepeluche ha dado la nota, primero porque le dio la espalda a Morena y se fue al PES, eso enfureció a la líder nacional del partido en el gobierno, al presidente López Obrador y a los liderazgos locales que lo resucitaron políticamente.

Pero el ex diputado local aguantó los embates y se mantuvo firme en su decisión.

Al salir de la zona de confort que la daba el Movimiento de Regeneración Nacional ganó más, para empezar, es quien controla al Partido Encuentro Social en el estado pese a los corajes del gris José Luis Garrido quien ha resultado, ese sí, un mal chiste como diputado local y como dirigente del instituto político cristiano.

Con todo y la maquinaria lorenista enfocada a golpearlo, José de la Luz les ha ganado partida tras partida en el ajedrez político, por ejemplo, durante la discusión del presupuesto de egresos de la federación el diputado federal cabildeó millones de pesos para Tlaxcala, mientras algunos soberbios levantadedos, como Terán, andaba distraído de romance por Europa.

Entre las acciones pactadas está la ampliación del tramo Calpulalpan con el entronque a Nanacamilpa, el único que sigue de dos carriles de la federal a Texcoco.

Pero también consintió a otros alcaldes que daban por muerta cualquier posibilidad de gestión por la 4T, con lo que dejó en claro que no siempre andar de ajonjolí de todos los moles da resultados.

Aún falta mucho para la sucesión, pero es claro que quien construya más alianzas podría inclinar la balanza y descalificar por anticipado a algún suspirante podría ser un grave error.

TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Al ombuscopión ya le gustó comer con manteca y nos cuentan que ya trabaja en su reelección al frente del organismo que convirtió en la comisión estatal de los derechos inhumanos.

Para ello comenzó a correr a profesionales de probada experiencia en la materia con tal de complacer a intereses facciosos.

Resulta que despidió a Alma Carina Cuevas y en su lugar colocó al esposo de aquella magistrada del TSJE a la que recordamos por tachar de mediocres a quienes votaron por AMLO.

Cuevas se venía desempeñando como directora del Centro de Investigación y Capacitación en Derechos Humanos y basta revisar su currículo para comprobar que contaba con la experiencia y cubría el perfil para mantenerse en el cargo, sin embargo los interés del “copión” son más poderosos.

Con ello busca congraciarse para amarrar su posible reelección en el cargo, sin embargo afortunadamente equivocó el tiro ya que los levantadedos de la 4T cometerían un error al respaldar a quien apoya a quien tachó de mediocres a los Amlovers.

Pero no solo lo anterior, sino que estaría en vías de que se le inicie un procedimiento administrativo por conflicto de intereses y tráfico de influencias ya que, recordemos, en el TSJE mantiene un pleito con una de sus ex parejas sentimentales, por el pago de alimentos que se niega a cubrir. Ahora, convenientemente, ya tiene como subordinado al esposo de una magistrada.