Por Edgardo Cabrera

Pese a que fue una de las promesas de campaña más sonadas y promocionadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre la desolación y el sigilo abrió sus puertas en Tlaxcala la primera Secretaría de Estado descentralizada.

Se esperaba para esta semana que fuera el propio ejecutivo federal quien viniera a darle posesión a Alejandra Frausto Guerrero de lo que serán las oficinas centrales de la Secretaría de Cultura Federal (SCF) y con ello traer los reflectores nacionales para vanagloriarse de la palabra cumplida, al menos con una dependencia.

Sin embargo, ante la cancelación de su visita, entre otras razones por los atrasos que presenta Tlaxcala en la integración del Padrón del Bienestar y la crisis por el desabasto de combustibles, el acto realizado ayer jueves pasó sin pena ni gloria.

Pero más allá de la apertura de las nuevas oficinas de Frausto, en los hechos la descentralización de la SCF es a medias ya que solamente una veintena de funcionarios estarán despachando desde Tlaxcala, el resto de la estructura operativa y administrativa seguirá en la Ciudad de México y otras sedes que manejan importante programas culturales como el Festival Cervantino.

Ahora sólo resta ver si en la entidad la llegada de la comitiva de la secretaria realmente trae beneficios, no solamente en materia de derrama económica (como lo prometieron), sino en el fortalecimiento de los protagonistas de este sector y en la ampliación de la cartelera de actividades culturales para la población.

CURIOSO

Vaya que llamó la atención entre la clase política, principalmente de sus adversarios, el cierre temporal de la gasolinera ubicada en el paraje denominado “La Virgen”, frente a la estatua de Tlahuicole, ya que una de las socias del negocio es la súper delegada federal, Lorena Cuéllar Cisneros.

Según consta en su declaración patrimonial (esa que truqueó en campaña por la gubernatura para no dar los montos reales de su fortuna), la también diputada federal con licencia tiene acciones en dicha estación de servicio que es una de las más antiguas de la capital del estado.

Ante ello las especulaciones no se hicieron esperar ya que Tlaxcala no tiene reportes de desabasto de combustibles y, por el contrario, Pemex informó que en el estado la comercialización es normal, de ahí que resulte curioso que la única estación de servicio cerrada en la capital sea esa.

De ahí que hay quienes pusieron en duda el origen de la gasolina que se comercializaba, ya que la crisis por el desabasto en varios de estos negocios en el centro del país se debe a que se surtían de huachicol y al combatir esta mafia se quedaron sin proveedores.

CUESTIONADA AMPLIACIÓN

Un colono de la unidad habitacional Tlapancalco, de apellido Mata, anda moviendo a sus vecinos para tomar la alcaldía capitalina en protesta por la intentona del párroco del lugar para apropiarse de una explanada y ampliar la capilla.

No será la primera vez que este personaje recurre a tales protestas, en el pasado ya cerró la delegación de la Sedesol.

El asunto es que en este tema no tienen vela en el entierro ni la alcaldesa Anabell Ávalos ni el delegado de la unidad habitacional, Emilio Velázquez.

Resulta que todo se trata de un proyecto elaborado por el párroco del lugar y Vocero de la Diócesis de Tlaxcala, Cristóbal Gaspariano, quien pretenden edificar en la plazuela aulas y salones para dar clases de catecismo sin importar obstruir los accesos a por lo menos un edificio, dos departamentos y un negocio, proyecto del que aún no tiene la autorización de ninguna autoridad.