Por Mauricio Hernández Olaiz

Hace unos días se me acerco una señora de mi calle para preguntarme si podía organizar a mis vecinos para hacerle una reunión a un candidato a diputado local. ¿Quién es el candidato? Pregunté de inmediato, a lo que me respondió…Enrique Padilla, sin tapujos y a quema roca le cuestioné…¿Y de que se va a disfrazar?.

Por supuesto que mi comentario no le cayó en gracia, en realidad no sé si comprendió el mismo, tan solo hizo una mueca y se alejó. Pero la pregunta sigue vigente y sin ser respondida, especialmente por todos aquellos diputados reeleccionistas o bien los que disputarán una curul federal pero que siguen perteneciendo a la atroz actual legislatura.

Y es que me cuesta mucho entender cómo pueden salir en busca del voto ciudadano luego de darnos tantas muestras de su ineficacia legislativa. No solo se trata de los enormes pendientes que tienen, sino los puentes vacacionales que se revientan, su nulo trabajo a favor de sus respectivos distritos en los 15 meses que llevan de ostentar el título de diputados.

Cualquier ciudadano medianamente informado tendría que decirles que no, sin cuestiones personales, sin agravio, se supone que aquellos que buscan la reelección es porque su trabajo los respalda, porque vale la pena otorgarles más tiempo para seguir trabajando a favor del pueblo, pero los hechos dicen lo contrario, pendientes por todos lados, ausentismo, protagonismo, en fin, una serie de anomalías que nos deberían llevar a negarles la reelección.

En mi caso, hablando de mi propio distrito electoral, mi representante en el congreso es como ya mencioné, Enrique Padilla, a quién no se le ha vuelto a ver por estos lares luego de su triunfo, uno de sus pendientes más significativos es el del órgano de transparencia, ha mostrado nulo interés pese a los constantes escándalos protagonizados.

No sé, pareciera que el objetivo de cada nueva legislatura es ser aún peor que la anterior, cuando pensamos que eso es imposible, aparecen los nuevos diputados y nos demuestran que lo imposible solo cuesta un poco más…y lo logran, son peores que sus antecesores, sin embargo, los actuales ahora cuentan con la mentada figura de la reelección y quieren seguir demostrando que lo pueden hacer todavía más mal.

Es por ello que mi pregunta es lógica… ¿De qué se van a disfrazar? Para con ello medio evitar dar la cara, simular y lograr el anhelado voto, especialmente de aquellos que no saben ni quiénes son y lo mal que los han representado, ese disfraz, que seguro será de algún súper héroe, del capitán Tlaxcala o la Mujer maravilla, solo servirá para aquellos ingenuos o ignorantes, o bien que sean engañados con ser parte del salón de la justicia – llámele congreso de Tlaxcala, de lo contrario vería muy difícil que logren refrendar el cargo.

Pero como ya sabemos los intereses de la población, a veces, van más allá de los resultados, siguen siendo víctimas de los espejitos, o bien son recompensados con sus techos, láminas o tinacos, pero cualquiera en su sano juicio y con tantita información les arrancaría el disfraz y les diría sin tapujos, no te doy mi voto, no eres el capitán Tlaxcala, eres mi diputado local – En mi caso Enrique Padilla- que jamás trabajó por su distrito, y si lo hizo, solo con unos pocos que así le convinieron.

Los nulos resultados están a la vista de todos, y documentados en muchos medios de comunicación como el nuestro: omisiones legislativas, violaciones a las normas locales, promesas incumplidas, parálisis legislativa y de agenda, ausentismo, suspensiones frecuentes de las sesiones bajo cualquier pretexto, tolerancia a las cuentas públicas municipales y estatales, nulo seguimiento a los casos, protección de pares políticos en actos de corrupción, silencio e inacción ante eventos como el de Ixtenco, son tan solo unos pocos ejemplos del desastroso trabajo de los y las diputadas que en poco tiempo saldrán de nuevo, a pedir su voto, a prometer y a engañar al electorado.

De entrada estaré esperando con ansia la visita de todos ellos, de Padilla, de Serafín Ortiz, de Blanca Águila, entre tantos otros, para por lo menos poderles quitar el disfraz y decirles, no, yo no voy a ser un cómplice de la parálisis legislativa, ni de mi estado, ni de mi nación. Con los pluris no podemos hacer nada, ya nos los encajaron, pero aquellos que salen por primera vez a buscar la oportunidad, mucho tendrán que demostrar para ganar mi sufragio, pues no pienso esperar a ver si cumple cuando gane, que cumpla desde hoy…claro que pueden y deben.

Es nuestro tiempo, están en nuestra cancha, que hagan antesala un rato antes de recibirlos y escuchar las promesas de siempre, y por lo pronto vayan pensando ¿De qué se van a disfrazar?…

@olaizmau