Actores y Escenarios: Soluciones prácticas
2 de octubre - 2017

Por Esteban García

Marco Mena ha tenido un arranque de gestión difícil

Al iniciar octubre, parecen lejanos los días de desazón por el gasolinazo, la consternación por la explosión de polvorines que dejó saldos qué lamentar, o la expectativa por la incursión de huachicoleros en territorio estatal. Todo, en el primer año de gobierno.

Y a pesar de ello, el Gobernador ha sabido tener temple y dar soluciones prácticas a los problemas, sin buscarle atajos, tal como lo hizo ante los efectos de los sismos de septiembre que ocasionaron daños, principalmente, en escuelas e iglesias de la entidad.

Frente a estos impredecibles fenómenos que han marcado con dolor esta etapa del país, Tlaxcala sufrió los embates menos lamentables: los materiales, y en esa tesitura, el trabajo del mandatario ha logrado atender los intereses de la población tlaxcalteca, mediante la gestión de recursos federales que, combinados con el presupuesto estatal, permitirán hacer frente a esta contingencia.

Lo verdaderamente importante es que se han coordinado acciones para que Tlaxcala siga adelante, y eso es algo que hay que reconocer.

Reparación de daños

¿Y con qué recursos cuenta Tlaxcala para encarar los daños por los sismos?

Por una parte, el Ejecutivo estatal presentó evidencia de las afectaciones ante la Secretaría de Gobernación federal, y logró una declaratoria para acceder a recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), cuyo monto se determinará a partir del resultado de las evaluaciones que están en curso.

Además, con recursos de la Reforma Educativa, la Secretaría de Educación Pública estableció un fondo que, dependiendo del tipo de daño en las escuelas, las apoyarán con montos que van de los 25 mil hasta los 250 mil pesos.

Pero Tlaxcala también hará su contribución. Ayer por la mañana, el propio Marco Mena informó, a través de sus redes sociales, que su gobierno activó el Fideicomiso de Desastres Naturales del Estado, que cuenta con 10 millones de pesos, y que establecerá el Fondo Extraordinario para Reparación de Escuelas, con otros 10 millones más.

Esto significa que, con una bolsa inicial de 20 millones de pesos, y para evitar retrasos en el ciclo escolar, el gobierno estatal acelerará los trabajos de reparación de planteles educativos, en tanto llega la ayuda federal que, por obvias razones, se concentra en entidades con mayor grado de afectación.

Las tareas de reconstrucción no pueden esperar, por lo que resulta positivo que se haya tomado la iniciativa en estas labores.

Medidas electoreras

Y mientras unos hacen esfuerzos por canalizar el dinero en asuntos prioritarios, en el Congreso local, los diputados de Nueva Alianza pretenden dilapidar el presupuesto, pues quieren que el estado destine cada año 146 millones de pesos para regalar uniformes a los alumnos de nivel básico.

La medida, a todas luces electorera, resulta irresponsable en términos de gasto, pues ni J. Carmen Corona, ni su hija Sandra, plantean cómo recaudar más recursos para cubrir dicho gasto.

Y aún en el supuesto de que lo hubieran hecho, es claro que hay otras prioridades que realmente inciden en el mejoramiento de la calidad de vida de la gente, como los financiamientos a proyectos productivos, los programas que fomentan el empleo, o la inversión en obras y servicios.

Es lamentable, pero tal actitud es similar a la adoptada por la senadora Lorena Cuéllar que, a través de un boletín, exigió que el Gobierno del Estado lleve a cabo las revisiones a las escuelas afectadas por el sismo, pues su intención no es otra que la de atraer reflectores mediáticos.

Asegura que recibió solicitudes de “cientos” de padres de familia acusando omisiones en tal sentido, cuando tales trabajos empezaron desde el primer día, y están a punto de culminar.

Nuestros legisladores siguen sin poner el ejemplo.