A la Verónica: Ocaso de Temporada
19 de febrero - 2017

Por Gerardo E. Orta Aguilar

El ocaso de la temporada grande 2016-2017 de La Monumental Plaza México se acerca, y el resumen de los carteles presentados parece ser positivo, salvo el interminable fenómeno de los toros con escaso trapío.

Como en alguna ocasión lo advirtiera el bien recordado David Silveti, algunos actores e incluso aficionados de la fiesta brava anhelan una fiesta que no existe para México, en ocasiones como en la corrida del pasado 5 de febrero, la presencia de los toros dejó mucho qué desear.

Ya que recordamos al Rey David, en alguna entrevista televisiva en los años noventa, reprochaba la exigencia, en algunos casos desmedida, de algunos aficionados que buscan toros convertidos en auténticas moles, como los de España.

Esa exigencia, advertía el guanajuatense, no corresponde, por ejemplo, a la morfología del toro mexicano, una especie menos rematada que la española, salvo algunos encastes que existen en el país que, evidentemente, se importaron del viejo continente.

Actualmente la exigencia en La Plaza México ha ido creciendo conforme pasan las temporadas, los aficionados siguen buscando el verdadero toro y que corresponda a la estirpe de la plaza que este año cumplió 71 años de edad.

Las figuras llegaron a La México en plan grande. Aún se recuerda aquella faena de Morante de la Puebla el 11 de diciembre pasado, o una de Enrique Ponce el cuatro de febrero anterior.

También están en la lista algunas de toreros mexicanos como Juan Pablo Sánchez, Fermín Rivera, y Sergio Flores, o más recientemente la mal lograda con la espada de Paco Ureña.

La primera parte de la Temporada Grande comenzó de forma poco prometedora, con base en las pobres entradas que se registraron, muestra de la poca respuesta que tuvo la afición, quizás no por los carteles, pero sí por los precios y días de las corridas.

Temporada tlaxcalteca

En las próximas fechas iniciarán las ferias en diversos municipios tlaxcaltecas que acostumbran a ofrecer corridas de toros.

La primera en puerta es la de Apizaco que para marzo tendrá una remozada plaza, que no en remoción, como se dijo el día de la presentación de la feria apizaquense.

Esperamos y confiamos en que la empresa ofrezca un espectáculo digno para una de las plazas más representativas del país, y que desde hace unos años ha ido en decadencia por la nula presencia de las reses.

El empresario Carlos Tamayo Chavero ya ofreció regresarle a esa plaza el toro serio, con edad, –requisito indispensable–, esperemos que así sea, aunque recordemos que no es la primera vez que hace ese ofrecimiento, y en los hechos, ha contrastado la presencia de los toros en el ruedo. Ofrecemos el voto de confianza.

Lamentable

Hace unos días conversé con un actual funcionario estatal que gusta de las corridas de toros, omito su nombre para evitar suspicacias.

Me comentaba que a partir de sus funciones en el gobierno local, dejará de asistir a las corridas de toros, no por otra cosa, sino porque los gatilleros a sueldo del papel y los medios digitales, le han criticado su “pasado taurino”.

Es lamentable que una afición se vea limitada por la crítica periodística, por el simple y sencillo hecho de pertenecer a un gobierno.