Por más que le buscan los panistas y andan en pleno reporto de culpas y reproches, la verdadera causa de su derrota es el rencor y la ambición personal. Beltrones dio la instrucción de que no se escatimen recursos para defender al gobernador electo tras los amagos del PRD de tirar la elección. Y Lincoln Rodríguez como dice una cosa, dice otra

Por Edgardo Cabrera

Dentro del PAN siguen las justificaciones por el descalabro que sufrieron en las elecciones, ahora tocó el turno al diputado Ángelo Gutiérrez quien mediante una carta a la militancia habló de “simulación” como factor de la derrota.

La semana pasada hizo lo propio el ex diputado Damián Mendoza (cuya madre perdió la elección por la diputación del distrito IX en Chiautempan) quien recriminó al ex líder albiazul, Sergio González, por haber apoyado a la abanderada del PRD a la gubernatura.

Antes, la primera que habló de traiciones y expulsiones fue la ex candidata, Adriana Dávila tras admitir que los resultados no le favorecieron.

El asunto aquí es que finalmente Acción Nacional regresó a su triste realidad, esa que vivieron antes de la llegada de Héctor Ortiz, el de estar relegados a la tercera fuerza política en el estado.

La bonanza albiazul se debió a priístas resentidos que llegaron precisamente con Ortiz y que ahora se buscó prolongar con la adopción de otra tricolor, Guadalupe Sánchez Santiago que, ya vimos, se fue al PAN solamente con su alma.

En el mea culpa, los azules deben admitir que la verdadera causa de su derrota es el rencor y la ambición personal. Tanto tienen la culpa los adrianistas (que se apropiaron de candidaturas y posiciones partidistas) como los panistas-amarillos que se fueron con el canto de las sirenas con la promesa de regresar a las mieles del poder y el gobierno.

Indiscutible

Manlio Fabio dio el respaldo del CEN a Marco Mena y enfatizó que el triunfo de su correligionario es “indiscutible”.

El posicionamiento del líder nacional del PRI viene a colación de la postura del PRD y de su dirigente Agustín Basave que se niega a aceptar los resultados de la elección del pasado 5 de junio.

Se sabe que más allá del posicionamiento mediático efectuado ayer, Beltrones dio la instrucción de que no se escatimen recursos para defender al gobernador electo tras los amagos de la candidata perdedora del Sol Azteca de buscar tirar la elección.

Será el poderoso equipo de abogados del CEN, que de manera coordinada con el Comité Estatal, enfrente los embates del perredismo.

Al equipo se le sumarán el pool legal de los aliados Verdes y de Nueva Alianza.

Chimoltrufio

El diputado suplente Lincoln Rodríguez como dice una cosa, dice otra, y es que ayer exigió la salida de Francisco Mixcoatl como presidente de la CEDH bajo el argumento de que su permanencia resulta violatoria a la ley.

La perorata del señor se basó en que el periodo de Mixcoatl concluyó desde el año pasado y, aunque el proceso de renovación ha caído en constantes baches, el Congreso debió designar a un encargado de despacho.

En contraste a su bandera de la “legalidad”, Lincoln pidió pasarse la norma por el arco del triunfo para impedir el regreso del diputado Julio Álvarez y con ello que se mantenga a su suplente Antonio Morales en la curul apelando a un pacto firmado entre ambos hace 3 años donde acordaron dividirse el periodo en el cargo.

Pero Rodríguez se quedará con las ganas, ni una ni otra cosa ocurrirá. Mixcoatl saldrá de la CEDH hasta que exista acuerdo de un nuevo ombudsman -lo cual pronto será-, en tanto que el diputado Álvarez retornará a su cargo, le guste o no al del PAC.

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