Por Jorge Alfredo Montes de Oca

Pasado mañana los tlaxcaltecas tenemos una cita que definirá el futuro que queremos para nuestro estado.

Sería atrevido hacer un pronóstico. La elección se cerró a tercios con fuerte tufo tricolor.

Vale la pena hacer una ejercicio de reflexión sobre los personajes con quiénes gobernaría cada candidat@ en caso de que resulte triunfador.

PRI

Aunque a muchos no les gustó, bajo la coordinación del Diputado Federal con licencia Ricardo García Portilla, el equipo de Marco Mena tomó orden, rumbo y destino.

A Mena se le ha querido atribuir la injerencia del Gobernador, nadie se lo ha probado ni comprobado. Marco resultó ser un candidato que conecta, que jala y atrae a la gente.

Su «desconocimiento» pasó de ser un negativo, en el más alto positivo

Si bien es cierto que un grupo de ex funcionarios se ha sumado a su campaña, estos lo han hecho de manera pública y abierta como el ex coordinador de asesores Juan Antonio Necoechea, Mari Cruz Ornelas del área jurídica, Carlos Villanueva en Comunicación social y Gilberto Briones en logística. Y no les ha ido mal, están en la antesala del Gobierno del Estado.

PAN

Solo un milagro haría que Adriana Dávila (PAN) ganara. Su enésima derrota encontrará justificación en una limitada visión estratégica y falta de recursos.

Los gritos, chanclazos y traiciones, sello de la casa, provocaron que lo mejorcito de su equipo la dejara a su suerte desde la pasada elección.

Desde entonces, sus coordinadores y asesores se han convertido en “Mariscales de todas las Derrota” encabezados por amigo Juan Corral y su esposo Ricardo Sánchez, organizadores de todos sus fracasos.

PRD

El caso de Lorena Cuéllar es de pena ajena. La gente que está detrás de esa candidatura no solo cuenta con una moral cuestionable, sino que algunos tienen en sus archivos antecedentes penales, traiciones a sus partidos, acoso sexual y más….Un lastre para su campaña.

Ahora bien, supongamos que Cuéllar Cisneros se alza con la victoria este domingo, yo me pregunto, ¿con qué personajes gobernaría?

¿Acaso despacharía de nuevo Daniel Herrera Murga en la extinta Secretaría de Turismo, como lo hizo en el sexenio orticista?

A este cínico personaje lo conocen por todo, menos por trabajador, en los corrillos politicos lo tachan de ebrio, drogadicto, exconvicto y una lista larga de atributos que para una campaña de este nivel serían impresentables.

Víctor Cánovas, el mapache mayor, vinculado con Héctor Ortiz, ha sido acusado de fraude, robo calificado, e incluso fue cesado del Instituto Electoral del Estado de Puebla por alta traición.

¿Otro? Alberto Amaro Corona, pese a que lo guardaron durante toda la campaña, la gente que se adueñó del PRD lo premiaron con una diputación plurinominal, a pesar de haber sido recluido en Puebla por intento de homicidio.

¿Más? Sergio González Hernández, ex presidente estatal del PAN, salió de ese partido por acoso sexual comprobado.

MORRALLA

Que alguien le avise al joven Poblano Juan Molina Arévalo que cobra como “delegado” de gobernación en Tlaxcala y que no tiene ni idea de donde está, que aquí también hay elecciones…

¡Con Delegados federales como este, para que quiere enemigos el Presidente Peña¡