Por Gerardo Orta.

El viernes de la semana pasada, el ganadero Antonio de Haro dio detalle de dos acontecimientos que se ofrecerán a la afición, previo a la corrida del aniversario número 50 de la ganadería De Haro.

Será un herraje y una tienta de erales en la plaza de toros Jorge Aguilar El Ranchero, faenas camperas que poco puede apreciar la afición y que, a la vez, representan un preámbulo trascendental para lo que ocurre en una tarde de toros.

Como es tradición, el ganadero será quien lidere esas faenas. Antonio de Haro es un tipo exigente que busca la bravura, la raza y la codicia en sus reses.

Es uno de los pocos ganaderos tlaxcaltecas que aún ponen a la bravura como carta de presentación y que lo demuestra en cada tarde, ya lo que pueda ocurrir con sus toros en el ruedo, ya no es culpa de él.

La derrama económica que se genere con la venta de las entradas, será destinada a la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc).

Es la esencia de la fiesta brava, lo mismo el arte y la cultura, que la beneficencia a los grupos vulnerables, a los menos favorecidos de la sociedad.

La venta de boletos comienza el próximo uno de marzo. Hay que apoyar.

Arriesgada encerrona

Nos enteramos que el matador apizaquense Rodolfo Rodríguez El Pana, se encerrará con seis toros en la plaza de toros Silverio Pérez el próximo domingo 6 de marzo.

La encerrona podría ser cuestionada por un motivo principal: ¿Está Rodolfo en condiciones físicas de torear seis toros en una tarde?

Si bien a Rodolfo le sobra afición, solera y valor para pararse frente a un toro, será necesario que la cuadrilla del matador esté pendiente de cualquier movimiento del último romántico de la fiesta de los toros.

Evidentemente el torero no está en condiciones físicas para aguantar la presión de lidiar seis toros en solitario, sin embargo, él mismo es consiente del reto, y seguramente estará mentalizado para enfrentar tremendo compromiso.

El toro más difícil de Ortega

Hablando de apizaquenses, en su insistencia por conquistar un puesto de elección popular y regresarle a su natal Apizaco un poco de todo lo que le ha dado, el matador de toros Rafael Ortega está preparado para lidiar uno de los toros, quizás, más complicados de su carrera como torero.

Como es sabido, a Ortega se le arrebató en tribunales y bajo una fuerte presión de senadores panistas, la presidencia municipal de su natal Apizaco, esa que el actual acalde, otrora albiazul, ha negociado con el PRI. Pero ese es otro cantar, no obstante que la política siempre ha ido de la mano con lo taurino, aunque no nos guste.

Ahora, Ortega buscará una diputación local, también con representación en la ciudad rielera, cuna de toreros.

Rafael Ortega aprendió de la lección. En una charla informal, constatamos que maduró y aprendió del fracaso y compara la experiencia con una mala tarde de toros. Unas veces se gana y otras se pierde, lo importante es reponerse ante la adversidad.

Que tenga suerte.

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