Ya basta de candidatos de relumbrón
26 de noviembre - 2015

pluma_seccion

Por: Violeta Trejo Hernández

Así como está la patria de jodida y digo jodida porque pasados los años, seguimos teniendo problemas de discriminación, saqueo, violencia, escasez de efectivo, hambre, desempleo, inestabilidad social, una economía estancada, altos porcentajes de población analfabeta, desigualdad y una apatía terrible por parte de la población, pocas ilusiones genera un cambio de gobierno.

Ya vemos lo que pasó con el presidente de la República, pasados los meses, como en los matrimonios, llegó el desencanto y nos topamos con un titular del Ejecutivo, que solo se ve bien en las fotos, su liderazgo ha quedado endeble ante la opinión pública porque su discurso dista mucho de la congruencia de las acciones que están orientadas para que la prosperidad llegue a todos los hogares, con resultados insatisfactorios para la mayoría de los mexicanos.

Por eso, hay que descartar a los candidatos de relumbrón que aparecen convertidos en “pop star”, que lucen impecables y con poses de grandes proporciones, como si se tratara de la mejor promoción para grandes espectáculos. Mejor optemos por dirigir la mirada y el oído a los que quieren gobernar con inteligencia, con conocimiento de causa y mano firme, sin temblores, para que en la realidad los resultados sean palpables, no de puro papel o de aire.

En nuestro contexto local las buenas intenciones han aflorado desde los meses pasados, como Tlaxcala es una entidad pequeña, pues todos nos conocemos y sabemos el origen de cada uno de los aspirantes, también sabemos de sus intereses y de lo que están abanderando como una causa de su futura campaña pero, francamente, la mayoría ha caído en una parloteada que empieza a cansar, justo en la antesala de la elección.

Para Lorena Cuéllar, los padecimiento renales son una de sus principales cartas, es indudable que la senadora hace una excelente labor altruista, solo que ha sido tan reiterada la difusión que ya no causa sorpresa alguna, la salud es importante, solo que a la población ahora le preocupan otros rubros que también son importantes en su vida como contar con dinero -ya no suficiente- mínimo para pagar agua, luz, renta, transporte, sustento del hogar. Lorena tiene verbo, le gusta el rollo, deberá mostrarnos otros temas de impacto enfocados a un impacto real para el crecimiento de la entidad y la solución de problemas.

Adriana Dávila, la otra senadora tlaxcalteca, ha tomado como bandera la trata de mujeres, tema álgido, de profundas dimensiones, pero que en lo general no representa un interés generalizado para la población, por ello, la indiferencia va cobrando terreno en la defensa que hace la panista. No quiero decir que su importancia sea menor, sino que la proporción de su impacto ante la sociedad pierde relieve ante necesidades más apremiantes como el empleo, tener dinero para comer, oportunidades para salir adelante, una educación que permita un trabajo digno o una mejor calidad de vida.

Martha está un poco fría en el discurso, no recuerdo haber escuchado algo que me impactara, no le hallo chiste ni tampoco me emociona escucharla. Solo de ver que arrastra el mismo discurso demagógico y desgastado de su líder nacional, se enfría la voluntad.

Serafín Ortiz es un magnífico orador aunque tiene un “pero”, su discurso es muy elevado que a veces ni él mismo se entiende, se emociona hasta lo contagia a uno, pero todo al traste cuando empieza con sus rebuscamientos y ese acento españolizado que lo hace ver fuera de tono. Será por la naturaleza de su formación, pero el hombre es variado en los temas que defiende y se ve que sabe de lo que habla.

Marco Antonio Mena representa al discurso más peligroso, ese que te habla bonito al oído pero que está lleno de una auténtica mentira, también arrastra el discurso de su partido, siempre atractivo y con grandes expectativas; sin embargo, en los hechos, la realidad se impone y los resultados de las promesas y las mejores intenciones, se reducen a un descontento popular que se palia con las dádivas que otorga el partido oficial. El termómetro de la insatisfacción de los ciudadanos se puede medir de varias formas, entre ellas, las rechiflas públicas o la falta de dinero en el bolsillo de la gente de a pie, esa que hace ganar a los candidatos.

Queremos conocerlos, verlos, escucharlos, probar sus capacidades, sus fortalezas y debilidades, queremos saber cómo van a ejecutar lo que ofrecen y qué marca la diferencia en la cristalización de una tarea que repercute directamente en el bienestar de los tlaxcaltecas, porque las transformaciones son camaleónicas cuando asumen el poder y luego hasta les molesta que la gente los salude.

Comentarios al correo: hernandeztrejov2015@gmail.com