En estos tiempos nos inundan los mensajes de personajes que lucen sonrientes, bastante amables, bondadosos en algunas ocasiones, generosos con la sociedad, son, sin duda, actores profesionales que buscan ganar simpatías. En contraste, los que están en funciones, son unos verdaderos irresponsables

Mr. Tlx

Interesante es ver de qué manera políticos y principiantes de la política se despedazan en busca de obtener un puesto de elección popular, llámese presidencia de comunidad, municipal, diputación, gubernatura, Presidencia de la República, en fin, la lista es larga.

Ahora, en estos tiempos nos inundan los mensajes de personajes que lucen sonrientes, bastante amables, bondadosos en algunas ocasiones, generosos con la sociedad, son, sin duda, actores profesionales que buscan ganar simpatías.

En estos momentos los protagonistas son los dirigentes de los partidos políticos y en los estados donde hay elecciones locales ya vemos desde hace casi un mes a hombres y mujeres posando, ofreciendo, prometiendo…

En escasos diez días veremos lo propio en Tlaxcala con los candidatos (as) que quieren ser diputados (as) federales. Decenas de rostros y planteamientos para analizar.

Pero mientras algunos se desviven en sonrisas y promesas, los que están en funciones nada más no cumplen con lo que prometieron, es más, peor, ni siquiera hacen acto de presencia en el Congreso, si es que hablamos de los diputados.

Basta revisar el caso de los legisladores locales. El martes de la semana pasada sesionaron por partida doble, no sacaron la reforma electoral, y los trabajos fueron intrascendentes.

La urgencia, recordemos, porque se iban de viaje a Zacatecas a la reunión de la Conferencia Permanente de Congresos Locales (Copecol). Ahora se sabe que la gran mayoría de los tlaxcaltecas fueron a perder el tiempo, hacer relaciones públicas y brindar.

El asunto es que con el pretexto de la Copecol no sesionaron el jueves y el martes de esta semana, cansados seguramente por el viaje, fue necesario suspender los trabajos por la falta de quórum.

La apatía por acudir a sesionar, en tiempo y forma, la decidía por desahogar temas pendientes y la falta de rendición de cuentas no es un asunto nuevo en nuestro Congreso ni es privativo solo de los actuales diputados.

En general, se percibe que esos políticos que imploraron por el voto ahora se burlan de los electores, pisotean a sus representados y sólo tienen en mente escalar políticamente.

Como en todo, existen honrosas excepciones, sin embargo cada vez son menos y a estas alturas nos sobran dedos de una mano para enlistar a personajes verdaderamente políticos y con vocación de servicio.

Ahora que estamos en pleno proceso electoral y a punto de escuchar a los candidatos a diputados federales es conveniente analizar su comportamiento, poner en la balanza a los saltimbanqui y no solo razonar nuestro voto, sino volvernos críticos de los políticos.

Nos leemos la próxima semana.