CANDADO
18 de febrero - 2020

Quien formalizó una propuesta para amarrarles las manos a los súper delegados, fue una legisladora federal de Morena: Claudia Yáñez Cabrera

Por Edgardo Cabrera

No fue el PAN, ni los debilitados priístas o perredistas (que forman parte de la oposición a la 4T), quien formalizó una propuesta para amarrarles las manos a los súper delegados fue una legisladora federal de Morena: Claudia Yáñez Cabrera.

Congruente a los principios de su partido, la diputada federal consideró que los encargados de los programas sociales no pueden participar como candidatos a gobernador, diputados federales, senador o diputado local por el simple hecho de que incurren en un claro y evidente conflicto ético

Desde la máxima tribuna del país sostuvo que dichos funcionarios se encuentran ventajosamente favorecidos ante sus adversarios políticos “por el posible uso indiscriminado de los padrones de beneficiarios de los programas sociales”.

La iniciativa, que fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, establece que para no coartar su derecho a votar y ser votados, los súper delegados interesados en ser candidatos tendrían que renunciar al cargo con tres años de anticipación, en caso de querer competir por una gubernatura; y con un año previo a la elección si pretende competir a una senaduría o diputación local y federal

EL DESCARO TOTAL 

Y lo anterior nos remite al caso Tlaxcala donde sin el menor empacho la delegada de Programas para el Desarrollo, Lorena Cuéllar utiliza la infraestructura de la dependencia para promoverse.

Las pruebas son públicas y se documentan a diario. 

Acude a actos políticos (como aquel cuando presentaron una asociación política que encabezan los ex líderes del 7 de mayo), celebra reuniones públicas y soterradas con fines proselitistas, e incluso sin el menor empacho interviene en asuntos partidistas, como el año pasado cuando junto con sus allegados reventaron la elección para renovar las dirigencias de Morena.

Además de lo anterior, para el caso local existe una denuncia y señalamiento público de la senadora morenista, Ana Lilia Rivera, en el sentido de que Lorena Cuéllar presuntamente desvió recursos federales para intentar apoderarse de la dirigencia local de dicho instituto político.

Para rematar, sus principales operadores políticos cobran directamente en la nómina de la dependencia como funcionarios, pero sus tareas están enfocadas a sumarle clientela a la funcionaria, y hasta se pervirtió el objetivo del programa Jóvenes Construyendo al Futuro cuyas becas sirvan para pagarle a sus medios afines, pero también para congraciarse con algunos empresarios y actores políticos a quienes indiscriminadamente otorgaron sin que cumplan las reglas de operación.  

Precisamente por casos como el de Tlaxcala, la promotora de la iniciativa advirtió de los riesgos y las tentaciones ya que dichos funcionarios federales tienen acceso directo a recursos públicos, información privilegiada y a bases de datos o padrones de beneficiarios de los programas sociales que están bajo su responsabilidad.

Como dice el dicho, “en arca abierta…”, de ahí que resulta necesario establecer el candado para que los súper delegados se dediquen a hacer las tareas para las que se les pagan: beneficiar a la población y cumplir con las metas del gobierno federal, más no utilizar el puesto para saciar sus intereses personales. ¿No se supone que es la era de la 4T?, ¿qué son diferentes?, al menos así lo entendió Claudia Yáñez al subir dicha iniciativa.

El problema aquí es que la propuesta bien podría ser mandada a la congeladora legislativa y no subirse a la consideración del Pleno, pero también que en caso de que prospere los actuales funcionarios se amparen bajo el principio de “no retroactividad” ya que fueron nombrados en el cargo antes de dicha normatividad.

De ahí que más que leyes, si en verdad el partido en el gobierno federal quiere hacer las cosas diferentes y poner piso parejo, la reforma debería venir a sus estatutos para que desde las reglas internas se pongan candados a las candidaturas, uno de ellos, impedir no sólo que los súper delegados, sino también frenar a líderes partidistas y personas en el poder quienes utilizan sus puestos para saciar ambiciones personales.

En Morena quieren “amarrarles” las manos a los súper delegados para que mediante reformas legales no puedan ser candidatos sin renunciar al cargo con al menos 1 año de anticipación, el asunto es que si en verdad quieren poner “piso parejo” lo que deberían hacer es reformar sus estatutos y no andar perdiendo el tiempo con iniciativas bofas.

Posted by gentetlx on Monday, February 17, 2020