Por José Luis Ahuactzin

Flaco favor se hicieron los magistrados del poder Judicial del estado, porque con este pleito interno por la presidencia se reveló la cloaca que existe en su interior.

Claro! Lo sorprendente es que ellos mismos filtraron toda la información de las contrataciones discrecionales realizadas de esposos, primos, novios, y anexas; lo que los convierte en cómplices.

Hablamos de un pleito por quién es legalmente el presidente, pero cuyo trasfondo es por los espacios laborales entre grupos de magistrados por colocar a sus amigos, compromisos, pactos, y hasta negociaciones para que ocupen cargos directivos.

No sólo eso, salieron a relucir casos de rezago de expedientes, y en ello la jueza Juanita Munguía Herrera se convirtió en la protagonista del pleito, pero por lo escándalos de presunta corrupción; lo que favoreció a los magistrados para desviar la atención.

Un magistrado que acusó corrupción interna y mal gasto público por Héctor Maldonado Bonilla, entonces presidente, hoy Mario Antonio de Jesús Jiménez Martínez se hace que la virgen le habla porque no pudo probar sus dichos y quedó como mero chimoltrufio porque como dijo una cosa, hoy ya se desdijo, y dijo otra al negar corrupción y favoritismos en las nuevas contrataciones que como presidente ya realizó.

La actitud mesiánica, respaldada por cinco magistrados hacía Jiménez Martínez, de los 7 que conforman el Pleno, le pondrán contra la pared y su nuevo nombramiento está condenado al fracaso, y ya lo verán.

Pero eso sí, el aumento salarial desde el Presupuesto de Egresos 2019, de ese no quieren hablar y no porque no sepan, sino porque no les conviene modificarlo.

Lo lamentable es que pese a evidenciarse corrupción y demás ilegalidades, estás quedarán en la impunidad porque ni diputados ni el OFS quieren meter las manos para investigar lo que ellos acusaron.

Ante tanta acusación y señalamientos, qué harán para recuperar esa confianza hacia el poder Judicial que está por el suelo, y de pandilleros no los bajan en el mismo poder Judicial.