3 de junio - 2019
Por Fernando Tamayo
Lo ocurrido en el Tribunal Superior de Justicia del Estado donde la mayoría de magistrados determinaron deponer de su cargo a su compañero Héctor Maldonado e impulsar la llegada del ahora Presidente Mario Jiménez corresponde a una acción que ya se veía venir al interior del Poder Judicial de nuestra Entidad.
Y es que sin duda la disputa por el poder al interior de dicho Ente, incluidos los excesos y ocurrencias del Magistrado Héctor Maldonado, aunado a su ciega defensa de Giorgette Alejandra Pointelin González obligaron a los integrantes de dicho Poder, incluidos al resto de integrantes del Consejo de la Judicatura a actuar en consecuencia.
Desafortunadamente los Magistrados olvidaron uno de los principios jurídicos fundamentales. En Derecho la forma es fondo y para el caso que nos ocupa, el modo a través del cual fue depuesto Héctor Maldonado no deja bien parado al TSJE pues más allá de que sus excesos y relaciones personalísimas perjudiquen la imagen de dicho poder y la administración de justicia en Tlaxcala, el mecanismo utilizado para su remoción genera ciertas suspicacias.
Hoy el Magistrado Mario Jiménez como Presidente del Poder Judicial debe iniciar una intensa campaña para recobrar la confianza de la Ciudadanía dejando de lado los intereses pecuniarios que abundan en dicho Ente y fomentar e incentivar la transparencia y el acceso a la justicia pronta y expedita, de lo contrario el movimiento realizado por la mayoría de los juzgadores para deponer a Maldonado será considerado un “albazo” solo para saciar intereses personales.
El TSJE tiene un reto importante, dejar atrás las disputas internas y trabajar en beneficio de la justicia tlaxcalteca. En la actualidad existen evidencias claras de que cuando las fracturas internas prevalecen por encima del interés mayoritario los resultados de cualquier institución son nefastos, sino que pregunten los Magistrados a los Comisionados de la CAIPTLAX o bien a los propios Legisladores Locales quienes se encuentran más preocupados por saciar sus intereses personales que por cumplir su encomienda. Al tiempo.
Desde la barrera
La visita del Presidente López Obrador, dejó una cosa en claro. Marco Antonio Mena Rodríguez ha sabido tejer fino para lograr que el mandatario federal lo considere un aliado. En un Estado como el tlaxcalteca donde el 97% de los recursos públicos provienen del Gobierno Federal, la decisión de trabajar coordinadamente con AMLO más allá de las diferencias ideológicas y partidistas, pone de manifiesto que si es posible una labor conjunta, algo que no todos los representantes de MORENA en la Entidad entienden.
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