OPACOS Y SENSIBLES 
14 de mayo - 2019


Por Edgardo Cabrera

Una cosa es lo que dicen y otra lo que hacen, resulta que una vez más salieron a relucir las incongruencias de algunos miembros de la autonombrada cuarta transformación.

Se trata del senador morenista con licencia José Antonio Álvarez Lima y el levantadedos local petista Castro, quienes han ocultado su fortuna al negarse a develar sus declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses.

Es evidente que algo temen, y no necesariamente a la delincuencia, sino más bien de no poder explicar la adquisición de bienes y negocios a su paso por distintos cargos, considerando que los sueldos como servidor público no coincidirían con sus propiedades, eso en torno a la declaración patrimonial.

Pero en el caso de la de intereses y fiscal, parecería que hay negocios que no les conviene que se conozcan, amén de surgir las dudas con el pago de sus obligaciones fiscales. 

¿CONCESIONARIO?

El ex gobernador priísta y ahora titular del canal Once evadió proporcionar la información correspondiente en la plataforma de la Secretaría de la Función Pública denominada “declaranet plus”.

Al consultar el informe de Álvarez Lima aparece solamente la leyenda: “el servidor no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales… no estoy de acuerdo en hacer público mi posible conflicto de intereses”, así, sin mayor explicación.  

Y por supuesto que las dudas saltan ante su negativa, toda vez que trasciende que a su paso por la administración pública obtuvo concesiones radiofónicas en los estado de Quintana Roo y Yucatán, amén de otros negocios que se le atribuyen y que se le seguirán endilgando gracias a su opacidad.

De ser concesionario de radiodifusoras, enfrentaría un claro conflicto de intereses al desempeñarse como director de un medio de comunicación propiedad del estado, pero no sólo ahora, sino desde que ocupó la senaduría cuando lo designaron presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía.

Dadas las incongruencias a las que ya nos están acostumbrado en la 4T, seguramente su negativa será solapada y quedará en el olvido aquella promesa del presidente López Obrador de que sus funcionarios serían ejemplo de transparencia y que aquellos que no hicieran públicas sus declaraciones serían destituidos.

https://www.excelsior.com.mx/nacional/funcionario-que-no-publique-declaracion-patrimonial-se-va-lopez-obrador/1293195

EL DE LOS SINDROMES

El otro caso es el del levantadedos Castro, a quien le surgió un nuevo síndrome, el de la “persecución”, al tratar de justificar su opacidad señalando que el “estado” y los periodistas “fifís” lo persiguen ante su “incansable” batalla contra la corrupción en el sector salud, ¡ajá!

La realidad es que este mitómano por excelencia no quiere que se sepan de sus negocios, dicen que además de tener un motel es constructor, empresas que florecieron a su paso por la alcaldía de Tzompantepec.

O cómo explicar que en el periodo en que fungió como edil adquiriera tres costosos bienes inmuebles en zonas del municipio de Apizaco de alta plusvalía y donde varios “fifís” tienen sus residencias.

Y aunque utilice a sus chairos para amenazar e insultar, incluidas sus financiadas plumas ladinas, la realidad es que no quiere presentar su declaración patrimonial tal y como lo ordenó el presidente López Obrador a quien cita -según sus conveniencias-, o defiende –como si de su lengua viperina necesitara-.  

PÉSAME

Desde este espacio expreso mis condolencias a mi amigo periodista Francisco Javier Conde Gutiérrez y a su familia. Lamento el sensible fallecimiento de su señor padre, que dios lo tenga en su gloria.