OTRA QUE SE LE FUE
13 de febrero - 2019

Por Edgardo Cabrera

A la súper delegada Lorena Cuéllar se le fue otra delegación de las manos, de nueva cuenta no fue tomado su parecer para colocar a uno de sus allegados a los que había prometido un hueso.

Con ello, además, se le va un coto de poder para continuar lucrando políticamente con la asistencia social, recordemos que ha utilizado como bandera y trampolín la salud de los más necesitados.

Resulta que la semana pasada el director general del IMSS, el ex líder nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, envió a Tlaxcala a Gabriel Pérez Corona como delegado sin tomar parecer a la virreina, de hecho, fue la última en enterarse del nombramiento.

Por cierto que Gabriel Pérez Corona es oriundo de Guanajuato y en 2018 buscó ser alcalde de León por Morena, partido que perdió frente al panista Héctor López Santillana, quien fue reelecto como presidente municipal.

Sin embargo ese es el único antecedente político que se tiene del ahora delegado, ya que profesionalmente es reconocido como médico especialista del IMSS donde laboró por al menos 15 años.

Saltó a la fama en Guanajuato ya que como médico urólogo realizó el primer cambio de sexo registrado en aquella entidad.

¡FUERA, FUERA!

En el ISSSTE las huestes lorenistas claman la salida de Perla López Loyo quien se ha mantenido muy calladita desde que asumió la delegación hace 6 años.

En la era de la cuarta transformación, la jarocha, ex orticista y ex aspirante a la gubernatura de Tlaxcala se ha mantenido en el cargo en espera de su relevo.

Sin embargo, a los discípulos de la virreina les comen las ansías para que sea corrida y en su lugar coloquen a alguno de los politiquillos busca-chambas que la rodean.

Incluso, en uno más de sus arranques, hace como un mes se apersonó en la delegación con su compadre, un médico del ISSSTE de apellido Serrano, para exigirle a Perla su renuncia, sin embargo no contaba con que el propio director general del instituto había girado la instrucción de no hacer ningún cambio en Tlaxcala ya que, le mandó a decir a Lore, que será él quien ponga a la persona que estará en la representación estatal.

Por lo que la señora Cuéllar también se quedó sin poder tomar ese reinado.

SOBERBIO E HIPRÓCRITA

Donde de plano quedó evidenciado que el puesto les quedó muy grande y solamente forma parte de caprichos políticos en busca de protagonismo y revancha es en Prospera.

Con el único mérito de ser del “selecto” club que le doran la píldora a su madrina, Homero Meneses llegó con la espada desenvainada y en uno de sus primeros arranques acudió al Centro de las Artes de Tlaxcala para placearse y tratar de sobajar a quienes trabajan en ese lugar.

Soberbio, pedante y con sus ínfulas intelectualoides -como lo conocemos-, ordenó reunir a todos los estudiantes de la Escuela de Arte porque tenía la “orden” presidencial de presentarles la oferta de becas federales para los estudiantes.

Pero la respuesta lo sacó de sus casillas ya que los estudiantes tienen distintos horarios y actividades por lo que no estaban a disposición de sus calenturas momentáneas.

Ante ello no le quedó de otra que pactar una fecha para convocar a todos los estudiantes y así cumpliera con su “mandato presidencial”. Sin embargo el día acordado llegó, los estudiantes estuvieron puntuales y este aprendiz de servidor público los dejó plantados.

No cabe duda que no es lo mismo andar de grillo que ponerse a trabajar, la hipocresía e improvisación a todo lo que da.