Atrapados sin salida
13 de diciembre - 2018

Por Mauricio Hernández

Lo han vuelto a lograr. De nueva cuenta el congreso atrae los reflectores pese a que hay más historias que contar. Que les agradezca la presidenta Municipal de Tlaxcala a los diputados locales pues este espacio estaba destinado a opinar sobre su malogrado segundo informe de gobierno, y de las cosas que dijo ya están, ¡cumplimos!, pero que no se ven, no se palpan por ningún lado, o bien la fastuosa Hacienda de la ex senadora Palafox, una muestra de que la austeridad es de dientes para afuera. Lo dejaremos a la historia o a futuras oportunidades.

Y es que la casa de allende no deja de ser un recinto de terror, un verdadero manicomio. La sesión del pasado martes de nuevo demostró que a los congresistas del cambio solo les interesan el poder, las posiciones, y las enormes dietas. Pese a que su agenda legislativa se mantiene en un espeluznante cero por ciento de avance, los diputados se siguen dando con la cubeta para obtener canonjías, desterrar a los incómodos, subir a tribuna para hablar y hablar sin decir nada, salvo humillar al colega, pero eso si, por fin ellos mismos se dijeron sus propias verdades.

Y es que en la disputa por la coordinación de la bancada de Morena, salieron a relucir las frases, las palabras que mejor representan a los miembros de la actual legislatura. De ignorantes a huevones, de merolicos a vendidos y de oportunistas a chantajistas, y no son calificativos que yo les endose de un plumazo, ellos mismos, insisto, así se calificaron y usando la máxima tribuna del estado para ello.

Nunca había estado tan de acuerdo con los diputados locales, sin embargo, es lamentable el uso que le dan a los espacios legislativos para decirse sus verdades. ¿Y por hacer todo eso se vale ganar un salario de más de cien mil pesos?.

El presidente ya dio muestra de que no va a meterse demasiado con los congresos, por lo menos mientras le sirvan, por eso el llamado del ejecutivo a sus testaferros de comportarse a la altura de las circunstancias, de privilegiar la honestidad y austeridad, fue un llamado a misa, por lo menos para los de Tlaxcala, que para el conocimiento de las leyes demuestran ignorancia supina pero para la lucha por el poder y las comisiones colmillo largo y retorcido. Pareciera que los políticos tuviesen academias para aprender a hacer todo lo que juran destruir en campaña.

Los h. congresistas nos tienen atrapados y sin salida, incapacitados de tocar otros rubros relevantes debido a sus escalofriantes actuaciones y decisiones como en una jaula de locos, donde la verborrea y hasta la esquizofrenia están presentes, atrapándonos inexorablemente en nuestros espacios, pues no se puede soslayar la actividad errática y demagoga de estos que afirman ser representantes populares.

Y es que en realidad es cosa de locos tener que votar por el menos malo entre los malos, lo sensato en una sociedad cuerda, seria votar por el más bueno entre los buenos. El cáncer de la corrupción toco las corbatas moralistas que supuestamente gobernaban en el pasado y nos ha traído a personajes que el propio Mirlos Forman no pudo conformar para su extraordinario film de 1975, con todo y el protagónico de un majestuoso Jack Nicholson.

Diputados como Víctor Castro bien podrán haber sido parte de ese santuario aprueba de cuerdos, donde los temas relevantes eran tocados con mano dura sin sustento, apoyados en las ideas de mentes erráticas y trastornadas por mil y un causas, pero que no aprestaban a entender ni querer la consulta de un experto psiquiatra, pues en su mundo la verdad  era solo de ellos.

Así atrapados sin salida nos encontramos el pueblo, preocupados por ver a estos maniacos descabezarse a botellazos, sabedores que hoy no hay pena ni castigo, hasta que alguien con mano dura  tome el control y a punta de descargas eléctricas reformen el estado y la actuación.

Es triste, pues con ellos se esperaba un cambio de aires, pero estos son más pestilentes que los de antes. Así pues en sus curules despachan cualquier tipo de nimiedades, no se meten en apuros para no despertar al respetable, perdonan a los trastocados comisionados de la IAIP, para que sigan arrastrando sin vergüenza ala trastocada transparencia, ya también criticada por el ungido en palacio nacional.

Son tiempos de cambio, pero lejos de ser ya esperanzador nos llevan a pensar que hoy más que nunca estamos atrapados sin salida.

@olaizmau