Tejiendo fino
9 de octubre - 2018

Por Edgardo Cabrera

Quienes siguen dando bandazos son los corifeos, lame botas y plumas ladinas que están al servicio de los lorenistas.

Mantienen su estrategia de un día golpear, y el otro también, a los diputados locales que no se alinean a los intereses de la diputada federal que despacha como vice gobernadora en Tlaxcala.

Ahora resulta que no les gustó que el lunes los asambleístas locales, donde existe una amplia mayoría pejista, sostuvieran un desayuno en privado con el gobernador Marco Mena para analizar temas legislativos y estrechar lazos para fortalecer el trabajo conjunto.

El principal malestar se debió a que no fue invitada doña Lore quien, además de ostentar el cargo de súper delegada federal, también se siente mega coordinadora parlamentaria del Congreso del estado y quiere negociar a nombre de ellos.

El asunto es que en ese afán protagónico, por sus ansias de poder, la doña y sus corifeos siguen ignorando la indicación que les dio el hijo de AMLO, Gonzalo, quien previo y durante la visita de su padre al estado les leyó la cartilla y les pidió dejar de lado las pugnas internas, priorizar la gobernabilidad y darle su lugar al jefe del ejecutivo estatal, así como al dirigente de Morena.

Como parte de ese llamado, también se les habría advertido que de continuar las quejas y las pugnas internas iniciaría una limpia sin importar el cargo que ostenten o sus aspiraciones políticas a futuro.

Mercader de la educación

El compadrazgo entre Evangelina y la niña Pluma sigue dando frutos, no sería raro que en breve esta última reciba un título profesional y hasta postgrado, cortesía de una universidad patito que opera en Chiautempan.

Resulta que la dueña de ese negocio que regala títulos profesionales es, ni más ni menos que la comadrona mayor que en el sexenio de Ortiz evolucionó de explotar a comerciantes ambulantes para alimentar sus movimientos políticos a mercader de la educación.

El primer objetivo de la güereja Paredes fue auto entregarse un título profesional y compartir su “generoso” gesto con el resto de su parentela, ahora alimenta las frustraciones y la huevonada de pseudo políticos a los que nunca les interesó ponerse a estudiar.

Con ello la diputada Plumita ya no sólo podrá presumir ser la más joven del Congreso, sino que ahora también recibirá el título de “licenciada” gracias a su comadrita. No cabe duda, la muchacha es afortunada porque todo le llega sin el menor esfuerzo.

¿Quién será?

Hace algunas semanas una decena de diputados locales viajaron al estado de Sinaloa para asistir a la reunión de la Copecol.

De lo tratado en la asamblea de la Conferencia Permanente de Congresos Locales y de los beneficios para Tlaxcala nada se sabe por la simple razón de que muy pocos realmente fueron a trabajar, la mayoría se dedicó a realizar turismo político.

De lo que sí nos enteramos es que una legisladora hizo el show ya que se equivocó de lugar y confundió el antro sede para el festejo de los invitados, con el Centro de Convenciones de Mazatlán donde se realizaban los trabajos por lo que tuvo que ser conducida a la salida pese a la importante representación con la que cuenta.