Por Edgardo Cabrera

No cabe duda que en lugar de ayudar el alcalde de Chiautempan, el camaleónico Héctor Domínguez, se ha convertido en un factor de resta y división.

En pleno horario laboral, el neopriista y también ex candidato del PAC a la presidencia, sostuvo ayer miércoles una reunión de carácter político en el restaurante Las Delicias de la Abuela.

En ese lugar se reunió por varias horas con Fermín Sánchez Varela, cuya hija competirá por la diputación local del noveno distrito por la alianza integrada por el PRI-PVEM-Panal-PS.

Antes, aprovechó para también apapachar (saludar afectuosamente) al candidato de la coalición PAN-PRD-PAC, Juan Corral Mier, quien también se encontraba en el lugar.

Es claro que Domínguez, además de simulador, tiene toda la intención de hacerle daño al tricolor ya que se puso de a pechito para documentar que en pleno horario laboral utilizó recursos materiales y humanos para atender una agenda política.

Y es que acompañando a Juan Corral, en otra mesa, se encontraba el secretario de elecciones del PAN y representante ante el ITE, Salvador Cuahutencos, quien estaría obligado a presentar una queja formal ante la autoridad ante el evidente desvío de recursos públicos con fines políticos-electorales.

Recordemos que apenas el PRI denunció al edil de Apizaco, el panista Julio Hernández por presuntamente realizar tareas políticas en horario laboral, toda vez que se desempeña como coordinador estatal de la campaña presidencial de Ricardo Anaya.

Ahora con qué cara los tricolores podrán insistir en acusar a sus adversarios de desviar recursos si el alcalde hace lo mismo.

Ahora sí, ¿alguien le dará un jalón de orejas?

Y Obed, ¿para cuándo?

Como reguero de pólvora corrió la noticia de la renuncia de Margarita Závala a la candidatura independiente a la Presidencia de la República y de inmediato no se hicieron esperar los intentos desesperados de algunos abanderados, como Ricardo Anaya, para atraerla a su proyecto.

Lo cierto es que su renuncia ya se veía venir, nunca levantó ni levantaría en lo que resta del proceso electoral, ahora veremos si esas escasas simpatías ciudadanas que traía se inclinan hacía el proyecto de Anaya o de Meade, lo más seguro es que serán para el segundo ya que al panista no lo puede ver ni en pintura.

También es claro que si Margarita sale abiertamente a respaldar a otro proyecto, en lugar de ayudarle le restará, recordemos el caso Tlaxcala cuando declinó Minerva a favor de Adriana.

Ahora, también en el plano local, veremos si el independiente al senado Obed Pérez Cruz tiene la decencia de renunciar porque es claro que el señor no tiene la menor intención de hacer campaña o tener contacto con la ciudadanía ya que se mantiene cerrado con una estrategia lastimera de propaganda.