Por Edgardo Cabrera

El gobernador Marco Mena llamó a cuentas a su gabinete de seguridad para modificar la estrategia en el combate a la delincuencia, lo que incluye endurecer el marco legal y no dejar en el desamparo a los policías que caen en el cumplimiento de su labor.

Anunció el envío de una serie de reformas al marco legal, la primera orientada a establecer penas drásticas para quienes atenten contra la vida de policías, hablamos que planteó elevar las sanciones para castigar dicho delito con prisión de entre 50 y 70 años.

Paralelamente determinó prohibir la instalación de casinos en el estado, para ello también enviará una iniciativa que reforma la ley municipal y la ley de ordenamiento territorial con el objetivo de no permitir el uso de suelo para centros de apuestas.

Lo anterior, vale decir, frenará una inversión anunciada en el centro comercial Galerías donde se proyectaba la apertura de un casino pero, además, habrá que ver qué pasa en la feria de Tlaxcala donde desde hace años se instala un centro de apuestas durante el periodo que duran los festejos.

Adicionalmente el gobernador Marco Mena anunció la creación de un fondo de atención para las familias de los policías caídos, mismo que será extensivo no solamente para los uniformados estatales, sino también para los municipales, aunque en este punto aclaró que lo anterior no significa sustituir la responsabilidad de los alcaldes con su personal.

El citado fondo consistirá en la entrega de un apoyo económico en un sola exhibición y una beca para cada menor de edad hasta que cumplan 18 años de edad.

A las medidas anteriores se suma el reforzamiento de los operativos de seguridad en las zonas limítrofes del estado para blindarlas de los grupos delincuenciales que operan principalmente en Puebla, entidad que ya perdió el control y no ha podido frenar el robo, trasiego y comercialización de combustible.

Ahora sólo resta ver qué hacen los otros niveles de gobierno, no perdamos de vista que los alcaldes tienen gran responsabilidad para capacitar y equipar adecuadamente a sus policías; el poder judicial tendrá que combatir de tajo la corrupción que permite la salida pronta de los delincuentes; y el poder legislativo deberá darle prioridad a este paquete de iniciativas para no heredarlo a los próximos diputados.

Queda claro que Marco Mena dio el primer paso, ahora les toca a los demás poner de su parte.

Moche

Y mientras entidades como Tlaxcala dan muestra de un interés serio por frenar la delincuencia con acciones que incluyen reformas al sistema penal, en el primer debate presidencial proliferaron las improvisaciones y ocurrencias.

La mayor fue la de Jaime Rodríguez Calderón, alías “el bronco”, a quien se le ocurrió que aquellos servidores públicos que roben les deben “mochar” la mano.

Para ello, dijo, enviará una iniciativa para que, literalmente, le corten una mano a los ladrones, propuesta que simplemente buscaba atraer los reflectores porque en los hechos ninguna organización defensora de derechos humanos (nacional e internacional) avalaría algo así.

Es claro que el bronco prefirió convertirse en bufón que en un candidato independiente con verdaderas propuestas y nivel de debate.

Anaya

Hoy en el Centro de Convenciones de Tlaxcala estará el candidato presidencial del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya.

Se espera que realice un mitin al medio día y calculan reunir a por lo menos 4 mil simpatizantes con lo que pretenden mostrar músculo.

Con ello será el primer presidenciable que llega en busca de las simpatías de los tlaxcaltecas quienes se han inclinado en las dos últimas elecciones a favor del Peje.