Renovación
9 de enero - 2018

Por Edgardo Cabrera

Si bien el 2018 arrancó a tambor batiente con la grilla política local y federal, hay otra elección en la que pocos han reparado.

En el Tribunal Superior de Justicia del Estado la cuenta regresiva se aceleró, el 31 de enero vence la presidencia de Elsa Cordero Martínez y al menos hay 3 tiradores para sucederla.

Los magistrados marianistas ven 2 opciones para el relevo: se tratan de Héctor Maldonado Bonilla y Rebeca Xicohténcatl, aunque esta última no traería el respaldo de las otras dos juzgadoras identificadas con el ex gobernador, hablamos de Mary Cruz Cortés Ornelas y Leticia Ramos Cuautle.

Por el otro bando está Felipe Nava, que en su momento fue respaldo por el orticismo para llegar a la magistratura y quien al parecer sólo traería el apoyo del eterno suspirante al mismo cargo, Mario Jiménez, quien no dudemos que de última hora se auto destape también.

Y si bien existe otro magistrado, Elías Cortés Roa, el asunto es que este personaje no tendrá vela en el entierro dado que no puede votar en el Pleno del TSJE ya que se encuentra en espera de que se instale formalmente el nuevo Tribunal de Justicia Administrativa cuya presidencial él ocupará.

Dado que sus números no les dan al bando opositor y que la saliente Elsa Cordero Martínez se inclinará seguramente hacía donde está la mayoría,  en el TSJE parecería todo resuelto para que Héctor Maldonado ocupe la Presidencia, aunque…

El pero…

Al cierre del 2017 ya parecía todo resuelto en el revelo del Poder Judicial,  sin embargo, sabemos que del lado del Ejecutivo estatal hay quienes no ven con buenos ojos que Maldonado Bonilla llegué por lo que se inició una contra campaña para bajarlo.

Al magistrado lo consideran fiel sirviente a los intereses de algunos personajes del anterior gobierno estatal y eso es algo que no gusta al nuevo grupo en el poder donde se encuentra más de uno que se considera víctima del entonces director jurídico de Mariano González Zarur.

Pero el fuego en su contra no sólo es “amigo”, resulta que los colegios de abogados tampoco lo quieren; desde que fue impuesto como magistrado hubo voces en contra de los profesionales del derecho.

Ya en el cargo, Maldonado no ha privilegiado la política para cerrar frentes y ganar simpatías, todo lo contrario, tiene más voces en contra y ese es otro foco de alerta que está prendido en el Palacio de Gobierno porque el titular del TSJE debe ser, ciertamente un profesional en su desempeño, pero entender también las formas políticas.

Por lo que el próximo 1 de febrero podríamos ver de nueva cuenta a una mujer al frente del poder Judicial, sólo falta saber si Rebeca puede lidiar con la soberbia, deja de escuchar las lenguas viperinas de las lorenistas que la rodean y sumar a sus pares. No olvidemos que del plato a la boca…