Descarado
28 de noviembre - 2017

Por Edgardo Cabrera

Por donde se le mire, el caso del ex magistrado Fernando Bernal Salazar es un asunto político, aunque perredistas y panistas quieren vendernos el cuento de una supuesta violación de las garantías individuales y de una remoción injustificada, sin embargo lo cierto es que desde sus orígenes este tema está contaminado y manoseado.

Y para muestra la presencia del “impoluto” e “imparcial” Bernal en el informe legislativo del diputado amarillo Alberto Amaro.

El ex magistrado fue de los principales echa porras del aspirante a la senaduría, lo que nos lleva a las irremediables interrogantes:

¿de regresar al cargo de magistrado en verdad será imparcial en su labor de juzgador?, o ¿estará al servicio de los intereses de un grupo político y de poder?

La respuesta es obvia, por lo que pensar que este asunto es en defensa de la legalidad y la justicia es simplemente ingenuo.

A colación

Recordemos que al abogado Bernal se le terminó el plazo por el que fue designado y como cayó de la gracia de los ortices y de los panistas (que en su momento lo llevaron al cargo) no consiguió ser ratificado para seguir viviendo del erario, por lo que armó todo un tinglando en berrinche y para obligar al Congreso a mantenerlo en el TSJE.

Hubo un momento en que Bernal se resignó y emprendió la aventura de ser candidato a legislador por la vía plurinominal, pero fracasó a pesar de portar la bandera de Morena.

Tras su fallido intento de ser diputado, se acercó con el PRD para agitar de nueva cuenta el avispero y urdir un nuevo plan legal, mediático y político para pelear por su regreso al Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Pero a pesar de las triquiñuelas legaloides y políticas a las que ha recurrido, es la fecha que no ha logrado el consenso de los diputados a su favor, por el contrario, los aliados al PRI han sumado cada día más adeptos a su causa con tal de no ceder al berrinche de ser reinstalado.

Conforme avanzan las disputas políticas previas al 2018 menos existirán consensos, y es que perredistas y sus aliados del PAN saben muy bien que de ganar el caso le propinarían un golpe al PRI y piensan que ello los fortalecería electoralmente, ¡craso error!

No va

La alcaldesa Anabell Ávalos ha dejado en claro (en público y privado) que no está interesada en competir en las elecciones del próximo año, no tiene la intención de ser candidata al Senado.

Aunque en las encuestas la alcaldesa capitalina aparece como la mejor posicionada de todos los aspirantes y de todos los partidos, lo cierto es que está decidida a mantenerse al frente de las riendas del ayuntamiento porque hay muchos problemas por resolver y proyectos por concretar.

Ávalos sabe muy bien que su futuro político depende de los resultados que dé en la capital, no perdamos de vista que de la alcaldía ya han salido candidatos y gobernadores en el pasado, por lo que quedarse en el cargo, además, es una apuesta acertada en una eventual ruta para el 2021.

Por cierto que si a alguien no se le puede regatear disciplina es a la alcaldesa, es quizá una de las priístas que mayor lealtad ha mostrado al no abandonar las filas, pese a que la tentación ha sido grande, por lo que seguramente la veremos trabajando a favor de Meade, el virtual candidato presidencial tricolor, así como apoyando a los abanderados federales.