Por José Luis Ahuactzin

La aprobación de la Ley de Uniformes Escolares Gratuitos para que entre en operación el siguiente ciclo escolar, fue una acción populista premeditada por J. Carmen Corona y su hija, Sandra Corona Padilla, pues todas sus acciones tienen un trasfondo político: el proceso electoral 2018 y sus aspiraciones.

Una Ley que no es de avanzada ni garantiza frenar la deserción escolar ni mucho menos reactivar la economía como ambos diputados afirman, es su pase a la reelección en el Congreso local, o bien, una candidatura para una diputación federal en el Partido Nueva Alianza.

Recordemos que J. Carmen Corona aún le duele la derrota electoral del 2015 por el tercer distrito electoral federal, y el 2018 será su oportunidad que no dejará pasar por alto, de ahí la urgencia en sacar raja política.

O cómo se puede explicar que entre él y su hija echaron a andar en esta misma semana -de forma urgente- una campaña mediática denominada «yoapruebo.mx» en redes sociales, como si fuera un gran logro haciendo parecer que los ciudadanos estamos en deuda con ellos, y nuestra obligación es pagar con el voto.

No olvidemos que su obligación constitucional es la de gestionar, fiscalizar, y legislar.

De avanzada sería un Ley Educativa que regule las cuotas escolares impuestas por los comités de padres de familia que, al final de cuentas, son convertidos en botines financieros.

Regular la apertura de cuentas bancarias personales a nombre directores de instituciones o padres de familia al estar vinculados a las cuotas escolares, por ejemplo, pero hay temas en educación que requieren urgente atención que son quejas sociales año tras año.

El sismo del 19 de septiembre, dejó en la entidad mil instituciones educativas dañadas, la pregunta obligada será, ¿uniformes gratuitos o aulas seguras? No hay presupuesto que alcance si no hay una buena administración a temas prioritarios y urgentes a resolver.

No nos sorprendamos que con esta nueva Ley aprobada, al término de la Legislatura -la LVII- exista uno o varios «empresarios» que se dediquen a la confección, sean los monopolios de los textiles, y hasta exijan su «moche». ¿Será ésta la economía de la que hablan…?

Como dice la frase del ex presidente de México, Felipe Calderón «haiga sido como haiga sido…», a los diputados les ganó la emoción en vez de la razón, y el oportunismo privó.