Necesaria
8 de mayo - 2017

Las demandas de comparecencia del procurador y del titular de la policía estatal no han tenido eco de ahí que ambos funcionarios siguen durmiendo tranquilos. Una vez más Marco tuvo que salir al paso de las críticas por su equipo al anunciar una inversión sin precedentes en seguridad. A la lista de quienes deben rendir cuentas se agrega el titular de la policía capitalina

Por Edgardo Cabrera

La semana pasada de nueva cuenta se planteó en el Congreso la comparecencia del procurador General de Justicia del Estado, Tito Cervantes, y del comisionado de Seguridad Pública, Hervé Hurtado, para que rindan un amplio informe y respondan a los cuestionamientos ante los hechos delictivos ocurridos en lo que va del año.

Sin embargo las demandas formuladas por el PRD y PT no han tenido eco en el resto de las fracciones parlamentarias, tan es así que no existe fecha para formalizarlas y subirlas a la consideración del Pleno.

Por lo que ambos funcionarios de seguridad y procuración de justicia pueden seguir durmiendo tranquilos ya que por lo pronto no tienen que rendir cuentas pese a su evidente incompetencia en sus labores.

No vamos lejos, el viernes pasado fueron elementos de la Gendarmería quienes frustraron un robo en la caja de ahorro ubicada frente al ITC, ni los policías estatales ni los municipales capitalinos fueron eficaces tanto en la prevención como en la detención de los delincuentes.

Y en procuración de justicia, siguen pasando las semanas sin que Tito Cervantes y su equipo esclarezcan la ejecución de policías municipales en Tequexquitla, los al menos 5 feminicidios documentados este año, la desaparición de la pequeña Karla Romero y una larga lista más de delitos.

Más allá de posiciones partidistas, es claro que las comparecencias de los funcionarios que encabezan el gabinete de seguridad es necesaria y debe ser pública, incluyendo a la titular de la Segob, la diputada federal con licencia Anabel Alvarado.  

De no satisfacer en sus informes y a los cuestionamientos, es momento de que el gobernador analice seriamente corregir el rumbo ya que sus 3 ejes rectores planteados para su administración (educación, salud y empleo) se han visto rebasados por la crisis en materia de seguridad

De nuevo

Por cierto que una vez más el gobernador Marco Mena tuvo que salir al paso de las críticas por su equipo de seguridad y procuración de justicia luego de anunciar una inversión sin precedentes para ampliar el número de policías así como el equipo para el combate de la delincuencia.

Aunque el anuncio es una bocanada de aire fresco ante la crisis que vivimos, es urgente que se concrete la inversión para que se redoble la vigilancia y se establezca un escudo eficaz ante el efecto cucaracha que padecemos por la cercanía con el Estado de México, Veracruz y Puebla.

También es necesario hacer una profunda revisión y limpia en las corporaciones municipales y la estatal por la presunción de la colusión de policías y sus superiores con los delincuentes, o cómo explicar que los huachicoleros siguen operando en Tlaxcala con total impunidad, o que un sinnúmero de robos y asaltos ocurren en las narices de los uniformados sin que nadie sea detenido.

A cuentas

A los anteriores, deberíamos agregar en la lista de quienes deben rendir cuentas al titular de la policía municipal, Maximino Hernández Pulido.

El funcionario con pasado orticista, aún no ha explicado porqué premió a su secretario particular con un permiso para que se fuera de vacaciones a Europa (a escasos 3 meses de labores) y si una de las razones fue la presencia de su sobrina entre el grupo que gozó de ese viaje de placer.

Aunque aseguró que fue despedido el viajero, insistimos que el castigo debió ser parejo para quien consintió la falta que, por cierto, ocurrió en medio del operativo especial de seguridad por Semana Santa.

Y mientras unos gozan de canonjías al interior de la corporación capitalina, la ineficiencia en su coordinación ha derivado que en menos de 15 días asaltaran Recaudación de la Secretaría de Finanzas y la Caja Popular Mexicana, ambas oficinas ubicadas en pleno centro donde se supone la vigilancia es más intensa: ¿qué se pueden esperar las colonias y comunidades más apartadas?