Sin fondo
2 de marzo - 2017

Pese a sus quejas, este 2017 la UAT dispondrá de algo así como 805.2 millones de pesos, algo que no tiene ningún municipio de Tlaxcala, organismo público, ni el Congreso o el TSJE –sumados-. Además de contaminar el escenario por sus problemas de ingobernabilidad, Domínguez hizo el ridículo ayer durante el foro de transporte

Por Edgardo Cabrera

Parece que la UAT es un barril sin fondo, basta revisar los recursos federales y estatales que se le etiquetan para preguntarnos ¿a dónde se destina tanto dinero?

Resulta que por participaciones federales la Autónoma de Tlaxcala recibirá este año algo así como 590 millones de pesos, mientras que por parte del estado su recursos son poco mayor a los 90 millones de pesos, es decir, en suma son cerca de 700 millones de pesos los que ejercen este año.

Pero dicha cantidad no es la única que capta la institución, hay otros datos que son guardados bajo llave y pese a que son sujetos obligados a transparentarlos, las cifras nunca se revelan, veamos:

Tomando en cuenta el dato que el martes dio el propio rector, en este año recibieron 15 mil 968 alumnos, tanto en licenciatura como en posgrado, dicho número significaría un ingreso de colegiaturas de algo así como 86.2 millones de pesos en este 2017, considerando un pago mensual de 450 pesos por estudiante, aunque sabemos que licenciaturas como medicina son más caras, hasta 700 pesos, mientras que en maestría o doctorado las cifras se disparan.

Pero lo anterior no es lo único que captan de los estudiantes, por inscripción la tajada es de 600 pesos por cabeza, es decir, 9.5 mdp en total.

Por el uso de laboratorios deben pagar 800 pesotes cada semestre, por lo que captan 25.4 mdp al año; y 50 pesos para la Fundación UAT con lo que juntan una bolsa de 798 mil pesos.

La lista aún no termina, los 15 mil 968 alumnos deben cubrir el pago de 120 pesos por un seguro de vida anual (1.9 mdp por todos) y 100 pesos para su credencial (1.5 mdp).

La suma de lo anterior nos daría un aproximado de 125.2 millones de pesos adicionales a su presupuesto aunque, insisto, la cifra es seguramente mayor considerando las variables de las colegiaturas, pago de exámenes extraordinarios y otras cooperaciones.

Por si fuera poco, sus ingresos crecen aún más con los egresados por los gastos por titulación cuyo examen vale mil 250 pesos, el pago de al menos 10 constancias de no adeudo (material deportivo, bibliográfico, en fin) de 100 pesos cada una, y la “donación” en “efectivo” y no en especie de libros, les piden 400 pesos.

Hablaríamos que solo en este 2017 la UAT dispondría de algo así como 805.2 millones de pesos, presupuesto que no cuentan ni municipios como Tlaxcala o Apizaco que realizan obra, ofrecen servicios municipales a miles de ciudadanos, seguridad y un sinfín de acciones.

El gasto de la universidad tampoco se compara al del Congreso (170 mdp) o el TSJE (198 mdp), por lo que regresamos a la pregunta original, ¿a manos de quién va a parar tanto dinero?

Bochornoso

Además de contaminar el escenario por sus problemas de ingobernabilidad, Héctor Domínguez hizo el ridículo ayer durante el foro de transporte para integrar el Plan Estatal de Desarrollo.

Agazapado y como simple ente ornamental, el alcalde de Chiautempan fue ignorado por los asistentes e invitados especiales. Gracias a él privó la tensión de un posible boicot al evento por parte de sindicalizados del 7 de mayo, mientras que regidores hicieron el show al abandonar el foro alegando que fueron menospreciados por el presidente municipal.

Ya en el acto y pese a estar rodeado de los funcionarios del gabinete del transporte y de ser colocado al lado de Marco Mena, el edil fue ignorado en el escenario. En plena ponencia magistral y en un acto de descortesía, el representante de Chiautempan intentó hacer plática con el mandatario quien sólo lo tomó en cuenta por unos breves segundos ante su inoportuna interrupción.

Al final y para rematar en sus desaciertos, el carnicero estrenado como alcalde pensó que se encontraba encabezando una fiesta molera y no en un foro de trabajo para integrar el PED, por lo que se aventó la puntada de entregarle al mandatario estatal un gigantesco bastón de mando de ¡TIZATLÁN!, y cobijas de ¡CONTLA! a cada uno de los miembros del presídium quienes no podían ocultar la incomodidad del momento que se prolongó por varios minutos.

El asunto es que Héctor Domínguez sabe su pecado, no ha mostrado disciplina partidista pese a que llegó gracias a las siglas del PRI y Verde. Recordemos que aún en su calidad de electo se adelantó a Marco al hacer unos “foros de consulta”, que por cierto resultaron un fiasco.

Luego, ignoró compromisos y bateó a operadores políticos de ambos partidos quienes le ayudaron en campaña, se negó a entregar la secretaría del ayuntamiento al Verde y ninguneo posiciones a los priístas, por el contrario puso en charola de plata puestos a perredistas y panistas.

Pero al margen de su bochornosa actuación, esperemos que Domínguez al menos haya aprendido algo del ponente y Secretario de Movilidad y Transporte de Hidalgo, Rufino León Tovar, quien dio una verdadera cátedra para emprender soluciones en esta materia, algo que padecen las caóticas calles de Chiautempan.

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