Aunque ahora panistas y perredistas se den baños de pureza, cuando fueron gobierno utilizaron la fuerza del estado para ganar elecciones, pero al final Alfonso y Héctor no pudieron refrendar el gobierno, ¿Mariano sí podrá? A 13 días de la elección, la encuesta de El Universal da una ventaja de 6.4 por ciento a  Marco Mena. La soberbia y la discriminación marcó a Morena la semana pasada, con Nayeli Romero y Sergio Serrano

Por Edgardo Cabrera

Aunque ahora panistas y perredistas se den baños de pureza, lo cierto es que cuando fueron gobierno utilizaron la fuerza y la maquinaria del estado para ganar elecciones e intentar mantener a sus partidos en el poder.

Alfonso Sánchez Anaya destinó recursos públicos sin precedentes para el apoyo de cientos de organizaciones sociales que fueron utilizadas para tareas electorales. Por dicha operación logró durante su mandato hacer a su esposa senadora y luego candidata a sucederlo.

También, gracias a la estructura de gobierno, colocó a varios de sus incondicionales en posiciones claves de la política, como su ex secretaria de finanzas, Minerva Hernández Ramos a quien hizo diputada federal lo que a la postre le sirvió para catapultarse como candidata al gobierno estatal.

Héctor Ortiz, entonces vestido de azul, fue quien mayor rentabilidad obtuvo empleando a fondo la estructura gubernamental.

Casi todo ganó durante su sexenio, recordemos que triunfó en las primeras elecciones federales que transcurrieron en su mandato, en sus primeras locales también impuso mayoría en el Congreso local (algo que nunca soñó el PAN) y en sus siguientes federales también las ganó.

Fue un sexenio de derroche de recursos, de principio a fin, todo se destinaba con fines electorales, maquinaria agrícola, despensas, apoyos sociales, en fin, todo para alimentar las denominadas “redes orticistas”.

Pero al final de sus sexenios y a pesar del descarado dispendio gubernamental con fines electorales, tanto Alfonso como Héctor (PRD y PAN) no pudieron refrendar a sus partidos en el gobierno, perdieron frente a sus opositores.

El caso de Mariano González también es de análisis. A diferencia de sus antecesores, en el primer tramo de su sexenio el gobernador dejó a su suerte al PRI, se dijo huérfano de partido. Por eso en las primeras federales perdió casi todo; las senadurías fueron para la oposición, y 2 de los 3 distritos también.

En las locales intermedias fue lo mismo. El gobierno de Mariano no se empleó a fondo, aún recuerdo las amargas quejas de los derrotados tricolores acusando al gobernador de no poner a su servicio la maquinaria estatal para competir, por eso los dolorosos descalabros en la capital del estado, Huamantla, Apizaco, Calpulalpan, Zacatelco, Chiautempan, en fin, todo lo perdieron.

Pero tras los descalabros -que parecerían estratégicos- la oposición se confió. En las federales del año pasado contra los pronósticos y las encuestas el PRI resurgió y se llevó carro completo.

Quince días antes de la elección, todas las encuestas, tanto las nacionales como las locales, daban a los 3 candidatos del PRI por muertos, los ubicaban 10 puntos abajo. Pero el día de la elección fue otra cosa, los tricolores se llevaron carro completo ¿qué pasó?

Ahora, a 13 días de la elección, la encuesta de El Universal da una ventaja de 6.4 por ciento al priísta Marco Mena sobre la perredista Lorena Cuéllar. De acuerdo con esa información, el candidato de la Mega Alianza se ubica con 34.5 por ciento en la intención del voto, le sigue la perredista Lorena Cuéllar con 28.1 por ciento y la panista Adriana Dávila con 21.6 por ciento.

Mal ejemplo

La soberbia y la discriminación marcó la agenda de Morena en Tlaxcala la semana pasada. Primero fue Nayeli Romero, subordinada de la candidata a la gubernatura Martha Palafox, quien utilizó expresiones discriminatorias contra la comunidad LGBTTTI al tachar de “payasos” a quienes defienden a este sector de la población.

“Si como defienden a los transexuales, promovieran los valores de la familia otro país tendríamos #payasos”, escribió en su cuenta de Facebook, aunque más tarde borró el mensaje ante las críticas que le llovieron.

Pero sin aún concluir la semana, otro Moreno, en este caso Sergio Serrano, candidato a la alcaldía de Zacatelco discriminó a 3 de sus adversarios, 2 de ellas mujeres, al sostener que no estaban a su “nivel” para debatir.

Fue previo a que entrara al aire un programa de televisión en el Canal 2 de ese municipio, cuando el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional se presentó al foro y de forma déspota y discriminatoria ofendió la inteligencia de Heydi Ajuech Calderón del PAN, Patricia Zenteno Hernández del PS-PVEM y José Carlos Cruz Quijano de Movimiento Ciudadano.

“Quiero comentar que los candidatos no están a nivel, los que están ahora… la verdad”, dijo al presidente del Comité de debates del Consejo Municipal del ITE, lo cual quedó registrado en video y atestiguado por quien esto escribe.

Si bien días ante había aceptado participar en el debate que se transmitió por dicha televisora privada, el viernes antes de comenzar intentó “reventar” dicho ejercicio, primero al llegar tarde a la cita y posteriormente al intentar imponer condiciones que nunca fueron pactadas.

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