8 de mayo - 2025

José Reyes Hernández denuncia pérdidas totales tras las inclemencias del clima; más de 70 productores afectados en la región de San Luis Guadalupe.
Por Stephany Rodríguez
Tras una intensa granizada registrada la tarde de ayer en el municipio de Huamantla, ejidatarios de la comunidad de San Luis Guadalupe enfrentan graves afectaciones en sus propiedades y cultivos. José Reyes Hernández Espinoza, productor de la zona, denunció en entrevista para este medio que las autoridades estatales no acudieron a las verdaderas zonas afectadas, a pesar de que se difundió que realizaron recorridos de supervisión.
“Las bodegas que tenía para almacenamiento se vinieron abajo, el viento y el granizo nos derribaron al menos once árboles, entre ellos cedros blancos y pinos. Todo quedó destruido”, lamentó Hernández Espinoza. El ejidatario señaló que, además de los daños estructurales, perdió cultivos de alfalfa, tomate, calabaza, maíz e incluso papa, productos que había sembrado de forma anticipada.

La situación se agrava al considerar que en los días 2, 3 y 11 de abril, los productores ya habían sido golpeados por una helada que dañó gran parte de sus cultivos. “Dicen que fue una helada típica, pero para nosotros fue devastadora. Todo se secó. Desde entonces venimos acumulando pérdidas”, explicó.
El campesino afirmó que, hasta el momento, no han recibido ningún tipo de apoyo institucional. Por ello, hace un llamado urgente a las autoridades estatales, especialmente a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, al secretario de Agricultura José de Jesús Rafael de la Peña Bernal, y al diputado local Alejandro Aguilar López, para que realicen un recorrido en la zona y constaten personalmente las pérdidas.

“Somos alrededor de 70 u 80 productores los que perdimos todo. Necesitamos que se evalúen los daños y que nos den una respuesta, porque si no sembramos a tiempo, la producción agrícola se atrasará aún más”, concluyó Hernández Espinoza.
La comunidad espera que en alguna autoridad se acerque y atienda la emergencia, pues de lo contrario, el impacto económico para las familias campesinas será irreversible.