Desafío ambiental en el parque Hídrico

Por Stephany Rodríguez

En la avenida Ribereña, un proyecto ambicioso de 146 millones de pesos, se ve empañado por la falta de compromiso ciudadano y cuidado ambiental. A pesar de contar con terrazas, pasarelas, juegos, áreas caninas y más, el parque presenta una imagen desolada y descuidada.

Desde la instalación de los primeros botes de basura en la Plaza de la Constitución y en el parque Hídrico, se esperaba un cambio significativo en la limpieza de la zona. Sin embargo, la presencia de basura es aún notoria, incluso dentro de los contenedores.

El olor a descomposición se vuelve envolvente, y los visitantes del parque se quejan de la falta de civismo de algunos. ‘Las personas llegan, dejan su basura y tardan en venir por ella. Luego los perros callejeros la esparcen por todo el parque’, menciona un vecino en una entrevista.

El descontento es evidente entre los habitantes. ‘Es un gasto innecesario colocar botes de basura si la gente no se compromete a utilizarlos correctamente’. dice otro entrevistado. Además, señalan que la falta de mantenimiento, con áreas descuidadas y pasto crecido, contribuye al problema.

La gobernadora Lorena Cuéllar ha puesto énfasis en la recuperación del afluente desde el inicio de su administración, destacando la importancia de espacios urbanos en armonía con el medio ambiente. Sin embargo, el desafío de involucrar a la comunidad en el cuidado de estos espacios sigue siendo un obstáculo importante.