Por Edgardo Cabrera

La designación del nuevo comisionado de Acceso a la Información Pública fue un gran desastre por el flagrante y descarado manoseo en el que incurrieron esquiroles morenistas, con camiseta de sínodo, así como las y legisladores oficialistas que determinaron llevar en la opacidad el proceso.

Sin empacho impusieron al ex aspirante a la presidencia municipal de Chiautempan por Morena, Arturo Decasa Vega, el mismo que en aquel proceso del año 2021 enfrentó denuncias por actos anticipados de campaña en su carácter de precandidato.

Pero ahí no acaba el cochinero, el mismo día y horas antes de que fuera designado, la aplanadora oficialista en el Congreso ocultó e ignoró la orden del juzgado tercero de Distrito del Poder Judicial de la Federación que concedió la suspensión provisional a un participante para frenar el proceso de evaluación y elección.

A sabiendas de lo anterior, votaron y tomaron protesta al morenista, no solo eso, la mandamás ordenó ese mismo día publicar en el Periódico Oficial del estado la designación, reafirmando así de dónde venía la orden para imponer a un personaje servil con el que buscan seguir actuando como hasta ahora: ocultando todo lo relacionado con el manejo de los recursos públicos y asignaciones facciosas de contratos, obras y negocios.

Ahora será interesante ver cómo actúa la justicia federal una vez que el beneficiado con la suspensión provisional demuestre la forma cómo actuaron los legisladores.

VA DE NUEZ

Luego de incumplir su palabra de construir el Autotrén y ponerlo en operación el mismo día en que iniciaba el Mundial de Voleibol playero, será en 2024 cuando la Triste Historia cumpla el capricho.

Ya con la venia del Congreso que reformó la Ley de Comunicaciones y Transportes para facilitar la puesta en marcha de dicho sistema, se afilan las garras para concretar el negocio pactado con el socio principal de la tienda de supermercados que replicó sus carritos de compras en los vagoncitos que cruzarán en las alturas del bulevar Guillermo Valle, rasurando con ello los árboles que no gustan en la modernidad soñada por la mandamás.

Desde que se presentó el proyecto era claro que no tenían idea, menos permisos, ahora sí planean en 2024 solventar, al menos, el asunto de los trámites y la elaboración de un expediente robusto para atender las exigencias de la sociedad civil que se mantiene en el litigio contra la obra.

Será el “mediometro” una importante bandera que utilizarán los partidos en campaña, tanto los opositores como los oficialistas. De perder Morena la presidencia municipal a manos de cualesquiera candidatos de la oposición, el sueño terminará; si por el contrario gana la 4T con cualquiera de sus partidos satélites, gozarán de todas las facilidades para concretar la primera etapa del negocio que incluye un despilfarro de recursos públicos cuando los empresarios exijan al gobierno cumplir con el trato de ampliar el sistema hasta Chiautempan, ya lo verán.